La eterna pelea de los niños con las frutas y verduras. Es difícil encontrar un niño que le guste comer fruta por sí solo.
Son muchos los padres que tienen que hacer verdaderas virguerías para que sus hijos se echen un trozo de fruta a la boca. Un problema, ya que estudios demuestran que los niños suelen comer menos fruta de la que es necesaria.
Por eso, en este artículo vamos a darte algunos consejos para conseguir que tu hijo coma más fruta, y crear así una alimentación sana para los niños, puesto que aporta vitaminas y otros nutrientes importantes para su salud y crecimiento que no están presentes en otros alimentos.
La fruta es fundamental en la dieta de los niños, al igual que en los adultos, por muchos motivos:
– Proporcionan nutrientes como la vitamina C solo presentes en las frutas y verduras.
– Son antioxidantes y una fuente de fibra.
– Apenas contienen grasas y ayudan a mantener una correcta hidratación debido a su alto contenido en agua.
– Elimina el exceso de líquidos y toxinas de nuestro cuerpo gracias a su carácter diurético.
Consejos para que nuestros hijos coman más fruta
1. Da ejemplo
Esto es básico. Lo primero que debemos tener en cuenta en la comida y en el resto de las cosas es que, los niños hacen lo que ven. Por eso debemos dar ejemplo. Si los padres comen fruta habitualmente, los niños, muy probablemente, también lo harán.
En una casa donde no se consume fruta de manera habitual, es muy difícil incluirla en la dieta de los más pequeños. Además, si nos acostumbramos a comer fruta para que ellos también lo hagan, le estamos haciendo un bien a ellos y a nosotros mismos.
Para que resulte más fácil y sea más accesible comer fruta, es fundamental tener la fruta visible en la cocina de casa con una fuente y una gran variedad.
2. Sé creativo
Esta es una manera muy divertida de animar a los niños a comer fruta. Hacer diferentes figuras con varios tipos de frutas, usando sus colores como contraste. Llamando la atención de los más pequeños y hacer platos atractivos para fomentar las ganas de consumir.
Incluso podemos animar a los niños a que sean ellos mismos que se hagan sus figuras en los platos como un arcoíris, cualquier animal y/o todo lo que nos pase por la imaginación.
3. Hacer una macedonia
La macedonia es una de las maneras más antiguas y conocidas de aficionar a los niños a comer fruta, ya que se les presenta pelada y el azúcar matiza el sabor ácido de algunas frutas. Según la época del año en la que nos encontremos podemos hacerla de diferentes frutas. Para darle más sabor podemos añadir yogur natural o trocitos de queso fresco, helado o crema.
4. Hacer zumos y batidos
El zumo por excelencia suele ser el zumo de naranja. Es el zumo que más les gusta a los niños. Pero no nos quedemos estancados en la naranja. Podemos hacer zumos de piña, de melocotón, de manzana, de kiwi, etc. e incluso mezclar las frutas entre sí y hacer un zumo multifrutas.
Es aconsejable hacer los zumos en casa y evitar comprarlos hechos. La fruta pierde su fibra, pero son una alternativa perfecta para que el niño ingiera las vitaminas y nutrientes que necesita y evite el consumo de bebidas refrescantes que son más calóricas y menos nutritivas.
5. Ten siempre fruta fresca a mano
Dale a tu hijo la fruta que sea de temporada, y dásela fresca. Tiene que haber siempre fruta fresca en casa, ya sea en el frutero, en la nevera, en piezas enteras o cortadas.
¿Cuándo ofrecerles fruta fresca? Pues en el desayuno, en el postre, para merendar. Eso sí, hay que ir variando tanto las frutas como la forma de ofrecerlas (échate una mano del apartado 2) para que el niño no se canse ni se aburra.
6. Incluye la fruta en la repostería
¿A qué niño no le gustan los dulces? Pocos hay, por eso es bueno jugar con la mezcla de frutas y repostería.
Prepara un bizcocho casero y decóralo con trozos de fruta. Puedes hacer tarta de manzana, de frutas del bosque, incluso si el niño no quiere puedes triturar y añadirla a modo de crema.
7. Mezcla la fruta con otros alimentos
Hay infinidad de recetas que combinan frutas con el plato principal. Por ejemplo, pollo a la naranja, pavo con piña, emperador o salmón a la naranja.
Ensaladas, crepes rellenos de plátano, arándanos, melocotones, etc. Además, otra idea es freír o asar la fruta, como, por ejemplo, la manzana asadas o el plátano frito en el arroz a la cubana.
Otro truco que funciona muy bien, sobre todo en verano, es congelar en moldes de helados agua y fruta troceada. Los niños disfrutarán de un helado de frutas cada día sin darse cuenta.
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