Las golosinas y su dulzor hacen que los niños siempre tengan ganas de una más. Sin embargo, su consumo no puede ser constante dada la alta cantidad de azúcar que tienen, que conllevan el riesgo de sobrepeso y problemas dentales, tales como las caries. Si bien es cierto que siempre es mejor una alternativa saludable, como las frutas, esto no quiere decir que en algún momento los más pequeños de la casa puedan disfrutar de ellas.
¿Cómo encontrar el equilibrio? Y lo que es más importante, ¿pueden los niños aprender un consumo responsable? Desde la Academia Americana de Pediatría se anima a los padres a implicarse en la educación de sus hijos en este sentido y por ello brinda una serie de pautas con las que inculcar a los más pequeños lo que significa cuidar su salud alimenticia, disfrutando de las golosinas y sin caer en el exceso de azúcar.
¿Cómo hacer un consumo responsable?
Los pediatras señalan los siguientes puntos como fundamentales a la hora de inculcar un consumo responsable a los más pequeños:
– Evaluar el contenido de azúcar. Antes de comprar un producto es importante fijarse en las etiquetas que indican qué cantidad de azúcar contienen, distinguiendo entre los naturales y los añadidos. Una buena idea es enseñar a los niños a traducir a cantidades que puedan entender, por ejemplo, 4 gramos equivalen a una cucharadita.
– Descubrir el azúcar oculto. Muchos alimentos que a prior pueden parecer saludables en realidad contienen azúcar añadida. Hay que revisar a fondo las etiquetas, en especial de zumos y otras bebidas, para descubrir qué % de este «ingrediente» tienen. Se pueden optar por alternativas más sanas en este sentido, por ejemplo, una tableta de chocolate amargo en lugar de una normal,
– Optar por bebidas sencillas en las que el agua sea la alternativa a otras bebidas azucaradas y los zumos naturales por otros jugos en la dieta habitual de los más pequeños. Como se dijo antes, la fruta siempre es mejor opción que una golosina a la hora de satisfacer la necesidad de azúcar.
– Las golosinas no son una recompensa. Los buenos comportamientos no deben premiarse con golosinas o productos azucarados ya que no sirven a los niños a tener un consumo responsable, sino a esperarlas cuando hacen algo bien.
– Introducir nuevas rutinas. Las golosinas y chucherías están presentes en nuestro día a día, incluso la bollería industrial toma el lugar de otros alimentos en desayunos y meriendas. Sin embargo, estas costumbres pueden cambiarse con tradiciones más saludables como las alternativas antes mencionadas.
– Encontrar el equilibrio. No se trata de prohibir las golosinas, sino de ofrecer un equilibrio con otros alimentos saludables. Y es que negaras de manera tajante pueden alimentar su deseo, es mejor enseñar por qué no deben ser consumidas de manera habitual que erradicarlas de casa.
Elegir alimentos saludables
Como se ha dicho el consumo de golosinas debe estar integrado y equilibrado con otros alimentos más saludables, desde la Academia Americana de Pediatría dan los siguientes consejos:
– Verduras: Deben consumirse de 3 a 5 porciones al día. .
– Frutas, de 2 a 4 porciones al día.
– Pan, cereal o pasta: 6 a 11 porciones al día. Cada porción debe ser igual a 1 rebanada de pan, 1/2 taza de arroz o pasta o 1 onza de cereal.
– Alimentos con proteínas, de 2 a 3 porciones de 2 a 3 onzas de carne magra, aves de corral o pescado cocinado al día. Una porción en este grupo también puede constar de 1/2 taza de legumbres secas cocinadas, un huevo o 2 cucharadas por cada porción de carne magra.
– Productos lácteos, de 2 a 3 porciones al día de 1 taza de leche o yogur bajo en grasa, o 1 1/2 onzas de queso natural.
Damián Montero
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