Después de los excesos culinarios propios de la Navidad y, como todos los años, son muchas las personas que pretenden empezar el año con buenos propósitos dietéticos. En ocasiones, pretendemos recurrir a una «fórmula mágica» a modo de receta, que atenúe los excesos gastronómicos de estos días, pero no debemos olvidar que por adelgazar no podemos descuidar nuestra salud.
¿Qué debo comer para adelgazar rápido? ¿Es bueno estar un día a base de pomelos para adelgazar? ¿Y si no ceno durante unos días? ¿Es recomendable tomar tal o cual infusión? ¿Me vendrían bien las dietas disociadas? ¿Y las proteicas?
La ciencia de la nutrición no es partidaria de «dietas de castigo», basadas exclusivamente en una fuerte reducción calórica, ni de brebajes con supuestas propiedades adelgazantes. Como en otros tantos aspectos de la vida, el secreto está en el orden y en la medida para llevar una dieta saludable. Lo dice el refranero castellano, sabio en este caso: «Para buena vida, orden y medida». Orden para planificar con sentido común la dieta familiar y medida a la hora de ajustar las raciones.
7 consejos para adelgazar después de Navidad
Para no descuidar la salud y conseguir reducir esos kilos de más que hemos acumulado durante el último mes del año es recomendable seguir estos consejos:
1. Planifica la comida semanal. Si lo haces así evitarás comer lo primero que ves cuando abres la nevera.
2. Para cenar, las ensaladas son una excelente opción por su fácil preparación, por la variedad de ingredientes que podemos utilizar y por su bajo aporte energético.
3. No olvides seguir haciendo las cinco comidas aun en los días festivos. Puedes aprovechar la media mañana o la merienda para tomar la fruta. No te saltes una comida pretendiendo compensar los excesos cometidos. Intenta cuanto antes volver a la normalidad.
4. La forma más recomendable de quemar los posibles excesos es realizando ejercicio, siempre adaptado a las condiciones físicas de cada uno, sin incurrir en exageraciones.
5. Aplica la regla del 3 x 2 para los extras: dulces, bebidas, etc. Me podría tomar tres, pero me tomo dos.
6. Las infusiones pueden ser un buen recurso para no descuidar la adecuada ingesta de agua.
7. No tengas prisa en perder el peso que has ganado durante las fiestas. Es más saludable, y a la larga más efectivo, adquirir buenos hábitos.
En este año recién estrenado no haríamos mal en proponernos seguir, no necesariamente al pie de la letra, pero sí el espíritu de la sabia recomendación que don Quijote da a su fiel Sancho: «Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago».
Pedro J. Toranzos. Licenciado en Farmacia, diplomado en Dietética y Nutrición, máster en Dietética
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