Mitos sobre alimentos existen muchos. La sociedad está inundada de rumores relacionados con la nutrición y que dicen a las personas qué deben y qué no deben comer. Uno de los más conocidos es el de la dieta baja en sal, que supuestamente cuenta con beneficios para el corazón y previene la retención de líquidos.
Sin embargo, cada persona cuenta con un metabolismo propio y lo que sirve para uno puede ser perjudicial para otro. En el caso de la dieta baja en sal es posible que en algunas personas no sea recomendable. Así lo explica la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, que señala que en ocasiones un menú que prescinda de este ingrediente puede estar contraindicado.
Ninguna ventaja destacable
Para comprobar el efecto de la sala en la dieta de las personas, los investigadores de esta universidad siguieron de cerca los casos de varias personas que limitaban al mínimo el consumo de este ingrediente. Estos datos se pusieron en común con los de otros individuos que sí la incluían habitualmente en sus platos.
Según explica la doctora Lynn More, cabeza de este estudio, no se encontraron diferencias reseñables entre las personas que tenían una dieta baja en sal y aquellos que sí la incluían habitualmente. De hecho, los investigadores se encontraron con que a medida que los primeros aumentaban las ingestas de este mineral, su salud mejoraba levemente.
Los responsables de esta investigación afirman a que el sodio es un mineral necesario para las personas al igual que otros elementos como el magnesio o el potasio. Sin embargo, conviene no abusar de la sal ya que en estos casos es posible encontrarse con serios problemas de salud como el endurecimiento de las arterias, lo que conlleva a una circulación deficitaria.
No hay que pasarse
Si bien una dieta baja en sal no siempre es recomendable, hay que tener en cuenta que del abuso de este producto sí que pueden derivarse problemas. Así lo recuerda la Asociación Americana del Corazón, organismo que recomienda un consumo moderado qye no pase de los 2,3 miligramos de sodio al día.
Estas son las posibles consecuencias de una dieta en la que se abuse de la sal:
– Aumenta el riesgo de infarto. Un exceso de sodio supone efectos adversos sobre el corazón y empeora su funcionamiento, favoreciendo enfermedades como los infartos o la insuficiencia cardiaca.
– Empeora el funcionamiento de los riñones. El exceso de sal hace que la función de los riñones se altere haciendo más posible la formación de cálculos renales.
– Retención de líquidos. Siempre se manifiesta como una inflamación de los tejidos blandos. La retención de líquidos se produce cuando existe un desequilibrio entre los elementos que regulan el paso de éste. Un factor que puede ocasionarlo es la ingesta de más de sal.
– Más probabilidad de enfermedades gástricas. El consumo excesivo de sal también se relaciona con algunos trastornos gástricos como la estimulación en la acción de la bacteria Helicobacter Pylori.
– Mayor riesgo de ictus o accidente cerebrovascular. El exceso de sal hace más posible sufrir hemorragias cerebrales como las embolias.
Damián Montero
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