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El decálogo para mantenerse saludable en vacaciones navideñas

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Estos son los mejores consejos para que las comidas navideñas sean lo más saludables posibles.Estos son los mejores consejos para que las comidas navideñas sean lo más saludables posibles. – ISTOCK

Toda época vacacional está relacionada con cierto descontrol de la dieta. En Navidad los turrones, las comidas familiares y las recetas típicas de esta fecha hacen que la salud no se cuide todo lo que se debiera. Pero si bien no es malo probar algunos de estos dulces, o hacer platos algo más especiales en las cenas de las fechas más señaladas, no hay que olvidarse de los cuidados.

De hecho, desde el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona se ofrece un decálogo con varios consejos con los que mantenerse en forma y llevar una Navidad saludable. Como dicen los expertos de este centro no es tanto el desequilibrio de las fechas importantes, como que el resto de días de estos días se parezcan demasiado a las cenas marcadas y el menú no sea todo lo bueno que debiera.

Decálogo de la Navidad saludable

A continuación, 10 consejos para poner en marcha una Navidad más saludable:

– Comprar con la cabeza y no con la barriga. Nunca hay que ir a hacer las compras navideñas con hambre. Siempre es mejor planificar bien las comidas y no comprar más de lo que necesitamos. Todos los grupos de alimentos deben estar bien representados y nunca hay que caer en el desperdicio alimentario provocado por la sobrecompra.

– Ser original y saludable en la cocina. Hay que apostar por aperitivos más ligeros como bastoncillos de verduras, fruta, frutos secos e incluso mejillones o berberechos.

– Beber con placer y moderación. Las bebidas alcohólicas para adultos y los refrescos azucarados, para los niños, son una fuente calórica de la que no hay que abusar. El agua nunca debe faltar en la mesa, como otras alternativas tales como los zumos naturales.

– Comer un poco antes de sentarse a la mesa. Si la comida empieza tarde, no es recomendable llegar con mucha hambre. Una pieza de fruta o un yogur alguna hora antes son opciones adecuadas para no empezar con demasiado apetito y con predisposición a hartarse desde los aperitivos.

– No hay que probarlo todo en los banquetes y fiestas. Hay que ser selectivo y escoger los alimentos que más gustan. Si se trata de un buffet, es aconsejable pasear alrededor de la mesa para conocer toda la oferta antes de ponerse nada en el plato.

– La distancia ayuda en la moderación. Una buena conversación puede ayudar a que los asistentes estén distraídos por un ambiente agradable y, seguramente, acabarán picando más que para el hambre que tenemos realmente.

– Darle tiempo a la comida. Siempre hay que masticar bien los alimentos y comer poco a poco, la sensación de saciedad será más notable, y se evitará comer más de la cuenta. Hay que procurar que el plato de los niños se llene poco a poco para que, llevados por la euforia, no ingieran las deliciosas comidas y dulces navideños más rápido de la cuenta.

– Repetir con la cabeza. Es imprescindible pensr dos veces antes de repetir ya que nuestro estómago tarda unos minutos a comunicarle al cerebro que no tiene más hambre.

– Redefinir los postres. Los típicos postres navideños: turrones, barquillos y polvorones son muy buenos, pero si se comen que sea en porciones pequeñas. También se pueden combinar con alternativas más ligeras: un vaso de macedonia o un yogur y canela. Y sobre todo, una vez acabada la comida guardar todos los dulces en un armario hasta la próxima.

– Hacerlo bajar. Un paseo después de las grandes comidas también es una buena manera de ayudar a digerir y rebajar algunas de las calorías ingeridas.

Damián Montero

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