La obesidad infantil se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de la actualidad. Los profesionales de la salud advierten del crecimiento de la cantidad de niños con sobrepeso y de las causas que nos han llevado a esta situación. Aumento del sedentarismo, expansión de la comida rápida y de los alimentos con alto contenido en grasas saturadas, son solo algunas de las explicaciones.
Ahora, el Instituto de Salud Global de Barcelona, ISGlobal, ha profundizado en estas causas a través de un estudio donde se ha centrado en cinco hábitos concretos del día a día de los niños para ver cómo influyen en su peso. Un trabajado en el que han participado un total de 1.480 menos y en donde el consumo de televisión se ha alzado como la rutina que más influye en la obesidad.
Televisión y obesidad infantil
Como se ha dicho, en este estudio el ISGlobal se ha centrado en cinco hábitos concretos para ver cómo influyen en la presencia del sobrepeso de los más pequeños. Estas rutinas son la actividad física, las horas de sueño, el consumo de televisión, la ingesta de vegetales y el consumo de alimentos ultraprocesados. Junto con los datos que ofrecían los padres de estos niños, los responsables de este trabajo calcularon el Índice de Masa Corporal.
Los resultados demostraron que aquellos niños que presentan menos actividad y tienen un mayor consumo de televisión, muestran un mayor riesgo de sufrir sobrepeso, obesidad y síndrome metabólico al cumplir siete años. Es curioso como otras actividades sedentarias, como leer, pintar o hacer rompecabezas, que también fueron analizadas, no parecen influir en la aparición de sobrepeso u obesidad.
«Cuando miran la televisión, los niños y niñas ven gran cantidad de anuncios de comida poco saludable. Esto puede propiciar el consumo de estos alimentos», explica Dora Romaguera, una de las responsables de este estudio. Sílvia Fernández, investigadora del ISGlobal también manifiesta que el hecho de estar frente a la televisión, disuade a los niños de hacer actividad física.
Prevención de la obesidad
«Identificar aquellos hábitos que fomentan el sobrepeso y la obesidad en las primeras etapas de la vida puede ayudarnos a definir estrategias preventivas que eviten la aparición de otras afecciones, como las enfermedades cardiovasculares y metabólicas en la vida adulta», afirma Rowaedh A. Bawaked, líder del estudio del ISGlobal. Una medida que no es la única que pueden poner en marcha los padres, estos son otros consejos de la Asociación Española de Pediatría, AEP.
– Presencia de una alimentación saludable. AEP recomienda controlar la alimentación de los niños incluso desde la lactancia a través de acciones como: apostar por la leche materna (siempre que sea posible), dar el pecho a demanda, introducir de forma gradual otros alimentos y hacer que amamantar se convierta en un momento agradable.
Una vez que sean mayores, AEP recomienda las siguientes pautas: enseñar a los niños la importancia de comer según un horario y a que elijan los alimentos saludables. También hay que introducir elementos como las legumbres, frutas y verduras varias veces a la semana.
– Actividad física durante la infancia. El niño no debe estar sentado durante mucho tiempo y debe apostar por la actividad física más allá del deporte, por ejemplo elegir la escalera al deporte. Esto también pasa por reducir el consumo de televisión y apostar por salir de casa para disfrutar del ocio al aire libre.
Damián Montero
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