Una de las batallas más antiguas que existen entre padres e hijos es aquella en la que los primeros quieren que los segundos coman verduras. Una confrontación necesaria ya que estos alimentos han de estar muy presentes en la dieta de los más pequeños ya que cuentan con numerosos beneficios.
Sin embargo, un bombón de chocolate siempre será más atractivo para el paladar de un niño por su sabor. Por ello hay que saber cómo hacerlas atractivas a los más pequeños de la casa, conseguir hacerles entender que estos alimentos son necesarios y que les reportará múltiples beneficios para su salud.
Conseguir que coman verduras
Estas son algunas de las pautas que se pueden seguir en casa para introducir las verduras en el menú habitual del niño:
– No dejarlo pasar. Cuando el niño va creciendo y va conociendo lo que le gusta y lo que no es importante no concederle siempre lo que desea. Aunque en algunas ocasiones rechace las verduras, estas deben seguir presentes en su dieta y no dejarlas de lado a favor de otras comidas esperando que más adelante el menor las acepte.
– Un plato único. Salvo que el niño presente alergia a algunos alimentos, el menú debe ser el mismo para todos. Si el resto de la familia come verduras, él no puede comer filetes porque no le apetece este plato. El menor debe comprender que en la mesa se sirve un solo plato para todos y que debe comerlo igual que el resto.
– Predicar con el ejemplo. No se le puede pedir al niño que coma verdura si los padres la dejan de lado en cada comida. Desde muy pequeño, el menor debe ver cómo sus referentes comen estos alimentos y lo hacen de buen gusto.
– Nada de castigos. En algunas ocasiones se amenaza al niño con que o se porta bien o una comida será intercambiada por verduras. Esto es un error ya que indirectamente se le está diciendo al niño que estos platos son algo malo por lo que debe pasar alguien con un comportamiento malo.
– Imaginación en la cocina. Comer verdura no es sinónimo de ensalada. Estos ingredientes se pueden combinar de muchas formas a la hora de cocinar. Busca recetas divertidas que atraigan a los niños, cocínalas con ellos e incluye estos alimentos en su dieta de esta forma.
– Una zanahoria en lugar de chocolatina. En lugar de que cuando el niño tenga hambre a media mañana se le de un snack como patatas fritas, se le puede dar una zanahoria para calmar este apetito.
Importancia del ejercicio
Por supuesto no solo hay que enseñar a los niños la importancia de comer verduras. También es necesario inculcarles la necesidad de moverse para estar sanos. Junto a la dieta equilibrada hay que añadir ejercicio diario, actividades en familia con las que mantenerse en forma. Si el menor cree que con la alimentación basta, no hará otra cosa que no sea quedarse en casa.
Nuevamente los padres juegan un papel muy importante en este asunto: de ellos depende que el niño se mueva tanto como sea posible. Organizar excursiones, aprovechar las tardes para salir a pasear, dedicar el fin de semana al senderismo es una buena idea. Y por supuesto: predicar con el ejemplo, los progenitores deben mostrarse de cara a los niños como personas activas y nada sendetarias.
Damián Montero
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