La inflamación es una respuesta de nuestro organismo ante una agresión externa, por ejemplo un infección vírica o bacteriana o una intolerancia alimenticia. Si ocurre algún fallo en el proceso de reparación cuando el cuerpo se está recuperando del daño, es cuando se produce la inflamación.
Esta reacción puede ser puntual, circunstancial o crónica, en cuyo caso se torna de gravedad y puede desembocar en enfermedades de tipo degenerativo y respiratorio, entre otras.
La mala alimentación, rica en grasas y azúcares, y exenta de los nutrientes esenciales antioxidantes, como frutas y verduras, puede favorecer la aparición de una inflamación crónica. De ahí la importancia de lo que comemos, cuánto y cómo lo comemos, más allá de la talla de la ropa.
Para eliminar la inflamación es recomendable la eliminación definitiva de la bollería industrial y la comida basura, incluidos los productos procesados que venden en los supermercados bajo la etiqueta de «saludable» y en su lugar introduce en la lista de la compra algunos alimentos con propiedades antiinflamatorias.
Alimentos con propiedades antiinflamatorias
Algunos son más exóticos y otros los vais a encontrar sin problema en vuestro menú diario.
La cúrcuma. También conocida como oro indio, se utiliza como especia y como hierba medicinal. Sus propiedades antiinflamatorias se conocen y estudian desde los orígenes, en la medicina tradicional china y se destaca su carácter protector del hígado. De sabor algo picante, se puede añadir a los arroces o a platos de carne. También a guisos. Potencia a la apariencia del plato sin ser tan fuerte como los más conocidos curri y azafrán, de aspecto parecido.
El jengibre. Está más introducido en España gracias a la comida oriental y se puede encontrar en los puestos de verdura de los mercados. Tiene un sabor muy peculiar, difícil de definir y que le da un toque especial a las sopas. Como complemento medicinal, es válido para las afecciones intestinales. Lo puedes tomar en infusión, pastillas y envasado en aceite.
El romero. En infusión es útil para prevenir la inflamación y como calmante en casos de dolor muscular y calambre, por lo que se suele encontrar entre los remedios naturales de los deportistas.
La piña. Buen diurético, indicada en las dietas poco calóricas y para las personas que retienen líquido también se utiliza en procesos inflamatorios, debido a la acción de la bromelina. Se recomienda tomarla después de comer si se padece de gases, se tienen malas digestiones y dolor de estómago.
El pescado azul. Debido a sus buenos niveles de Omega 3, es una de las armas contra la inflamación más contrastadas en múltiples estudios. De ahí que no falte en ninguna dieta. El único inconveniente es que a veces este tipo de pescado tiene altos niveles de mercurio. Con un consumo normal no será problema.
La lechuga y otros vegetales de hoja verde. Muy ricos en antioxidantes , el remedio natural contra la inflamación. Otro clásico de las dietas sanas.
El aceite de Krill. Un pequeño cangrejo que incluyen en sus sopas algunos países asiáticos como Corea y Taiwan . El concentrado del aceite de este crustáceo se vende en pastillas y es una fuente excepcional de Omega 3.
Con una nutrición rica en alimentos con propiedades antiinflamatorias, no recurriremos, a la toma habitual de medicinas por síntomas o molestias indeterminadas, que no revisten gravedad. Menos medicinas y una alimentación adecuada si contribuyen a mejorar la sintomatología dolorosa en particular y a tener una mejor salud en general.
Ata Pouramini. Quiropráctico y fundador de Escuela de la Espalda y autor de Tú eres tu medicina.
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