Con el fin de hacer de nuestros hijos adultos saludables, debemos enseñarles desde temprana edad la importancia de una buena nutrición. La clave para lograr esto es cocinar en familia, la mejor forma de enseñar nutrición a los niños. De forma amena y educativa, podemos incluir a los niños en actividades como la compra o la elaboración de la comida, para despertar su curiosidad por una alimentación equilibrada.
La cocina es uno de los lugares más importantes de la casa, no solo porque pasemos mucho tiempo en ella, sino porque es allí donde se forjan los hábitos alimentarios de nuestros hijos. Es importante que seamos conscientes de cómo, desde esta habitación, podemos educar y formar a los niños en nutrición para que crezcan como adultos sanos.
Hoy en día, existen estudios en Estados Unidos que sugieren que la esperanza de vida de la actual generación de niños va a ser menor que la de sus padres, debido a malos hábitos alimentarios. Nuestros hijos están mucho peor alimentados, si tenemos en cuenta la cantidad de comida basura que ingieren, y esto es algo que debemos intentar cambiar, pues las costumbres que desarrollen en la niñez marcarán su forma de comer cuando lleguen a la edad adulta.
Por lo tanto, la alimentación y nutrición deben ser elementos esenciales que formen parte de la educación de nuestros hijos. Sin embargo, es difícil encontrar maneras en las que los alimentos sanos llamen la atención de los pequeños de casa. También es complicado explicarles por qué un alimento es mejor que otro. La solución a estos problemas reside en la inclusión. Es necesario hacer partícipes a los niños en el proceso de compra y elaboración de los alimentos. En definitiva, cocinar en familia.
Todos a la compra: en el hipermercado con los niños
Debemos llevar con nosotros a los niños a hacer la compra. Pero, no solamente debemos limitarnos a pasearlos por los pasillos, mientras nosotros escogemos los productos. Es recomendable que los animemos a seleccionar frutas y verduras y otros alimentos saludables, para que puedan aprender las diferencias entre unos y otros, y cuánto cuestan.
Podemos, incluso, pedirles que, antes de ir a la compra, escojan una receta sana para poder adquirir los ingredientes en el súper. De esta forma, despertaremos la curiosidad de nuestros hijos por ciertos alimentos beneficiosos para su salud.
¡A colaborar en la cocina!
El siguiente paso para educar a nuestros hijos en nutrición es dejarles participar durante la elaboración de los alimentos. Así, los niños podrán aprender a cocinar y tener mayor interés por los platos que ellos mismo han hecho. Es cien por ciento seguro que, tras haber colaborado en la preparación de la comida, nuestros hijos la probarán.
Puede ser que nos preocupemos por la seguridad de los niños en la cocina, pero no debemos tener miedo. Bastará con tomar algunas precauciones necesarias, como asignar primero tareas más sencillas, e ir aumentando su dificultad a medida que nuestros hijos practican y aprenden.
Pronto nos daremos cuenta de que cocinar no es mucho más peligroso que otros deportes y actividades que suelen formar parte de la vida cotidiana de nuestros pequeños. Además, en la actualidad, existen programas de televisión de mucho éxito, como Máster Chef Junior, en los que podemos apreciar cómo niños muy pequeños son capaces de hacer grandes cosas en la cocina.
En la comida, predica con el ejemplo
Ya hecha la compra y cocinada la comida, lo único que resta es ingerirla. Aquí debemos, como padres, ser maestros con el ejemplo. No podemos esperar que nuestros hijos coman brócoli y otros vegetales, si nosotros mismos no los ingerimos de forma regular. Si tenemos hábitos alimentarios saludables, los niños terminarán por imitarnos y mantener una nutrición adecuada.
Adicionalmente, no debemos tildar los alimentos de «buenos» o «malos». En lugar de prohibir totalmente alimentos como las patatas fritas o los dulces, debemos enseñar a nuestros hijos que en la moderación está la clave. Es mejor que entiendan que, aunque estos alimentos son deliciosos, deben tomarse solo ocasionalmente porque no son lo mejor para la salud.
Cocinar en familia es un método ideal para educar a nuestros hijos en nutrición y buenos hábitos. Incluir a los niños en actividades cotidianas como ir a la compra o participar en la elaboración de los platos despertará en ellos curiosidad.
Isabel López Vásquez
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