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Atracones de ansiedad, cómo aprender a evitarlos

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Los atracones por ansiedad pueden hacer que la salud se resienta tanto a nivel físico como mental.

Los atracones por ansiedad pueden hacer que la salud se resienta tanto a nivel físico como mental. – ISTOCK

La ansiedad es un estado de ánimo que nos deja fuera de control. Son muchas las vías que se pueden emplear para rebajar estas sensaciones y conseguir la calma. Más allá de los ejercicios de relajación, muchas personas optan por otras acciones con el fin de volver a la normalidad. Es el caso de aquellos que recurren a la comida como válvula de escape en estas circunstancias.

Tal y como indican desde Laboratorios Niam son muchas las personas que sufren atracones de comida por ansiedad. Un trastorno mucho más complejo de lo que puede parecer en un primer momento y que es el resultado de los numerosos procesos químicos que se producen en el cerebro y estómago y que pueden decidir, entre otros muchos aspectos, el estado de ánimo y el apetito.

Ansiedad y comida

Tal y como indican los profesionales de este laboratorio, cuando las personas empiezan a sentir estrés, es posible que se descontrolen algunos aspectos. En esta lista se incluyen las ganas compulsivas de comer, y no precisamente alimentos saludables. Siempre se tiende a productos con altos niveles de grasas e hiperazucarados, como la bollería industrial, patatas fritas o helados.

Esto conlleva, a su vez, que surja una sensación de culpa, irritabilidad o tristeza por al ver que no se está haciendo lo correcto. De esta forma, aumenta el sentimiento de ansiedad que puede desembocar en más atracción por estos alimentos. ¿Cómo distinguir si se trata de atracones por este motivo o de hambre? Estas pautas pueden ayudar a clarificar:

– Pérdida de control en la toma de decisiones mientras se está comiendo.

– Después de comer aparece una sensación de culpabilidad o tristeza.

– Tendencia a los alimentos menos saludables como fritos, comida, precocinados o bollería industrial.

– Ingesta de alimentos de manera rápida e impulsiva.

– Se come más cantidad de lo que se debería hasta desembocar en una desagradable sensación de empacho.

– Tendencia a comer en soledad para evitar que nadie juzgue estas actitudes.

Cómo actuar frente a los atracones por ansiedad

Si se han detectado algunos de estos síntomas y hay intención de mejorar, es el momento de poner en marcha otra serie de pautas para aprender a tomar decisiones adecuadas. En especial en aquellos casos en los que es posible caer en un trastorno alimenticio:

– ¿Hay algún vacío que se quiera llenar con comida? Los atracones de ansiedad son consecuencia de alguna preocupación, ¿ha habido recientemente algún cambio que explique esta sensación?

– Analizar las pautas. En un cuaderno se aconseja escribir cómo, cuándo, qué y quién se come habitualmente. Esta información tan valiosa servirá para analizar mejor las pautas que provocan los atracones.

– Antes de comer, pensar si se tiene hambre o no. ¿Se come por apetito o por ansiedad? ¿Ha pasado suficiente tiempo desde la última comida?

– Comer de maneta consciente. La comida es un momento a disfrutar, saber elegir los alimentos, elegir los alimentos, etc. Hay que ser consciente durante toda esta actividad.

– Dedicar tiempo a cocinar lo que se va a comer. Una buena manera de enseñar a valorar la comida es enseñar a los niños qué proceso existe detrás de un plato, desde sus ingredientes hasta que llega a la mesa.

– Si surge el impulso de comer, buscar una distracción. Si la ansiedad empuja a la nevera nada mejor que derivar la atención a otros asuntos: un paseo, jugar, llamar a un amigo… o simplemente hablar con un familiar.

– Establecer horarios de comida. El orden es importante, establecer unos horarios de comida y seguirlos es importante para evitar estos atracones.

Damián Montero

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