El invierno es una época en la que nuestras defensas, y las de los más pequeños, se ponen a prueba. Las bajas temperaturas hacen que nuestro sistema inmune tenga que estar preparado para evitar caer enfermo por resfriados, y otros virus. Una de las mejores formas de conseguir un estado de salud óptimo es cuidar la alimentación con platos perfectos para esa estación tan fría. Y no son pocas las opciones que podemos encontrar.
Una buena alimentación es la base de una buena salud, y saber adaptarla a la estación del año es fundamental (aunque esto no quiere decir que se deban prescindir de otros platos típicos de otras ocasiones, que igualmente brindan varios beneficios). Ademas, si al elaborar estos menús participan lo hijos participan en su elaboración comprenderán lo importante que es la nutrición, y también serán buenos momentos para compartir en familia.
Alimentos perfectos para cuidar nuestras defensas
Tal y como indican desde la ONG Educo, estos son algunos alimentos que permitirán reforzar nuestras defensas en el día a día gracias a sus vitaminas y nutrientes. Bases perfectas para cocinar los menús en casa:
– Cebollas, ajos y puerros. Estas verduras conocidas como aliáceas tienen propiedades mucolíticas y antisépticas que ayudan a que nuestro sistema inmune trabaje contra los gérmenes, tanto de bacterias como de virus, además de ayudar a aflojar el moco.
– Zanahorias. Este alimento es rico en betacaroteno, sustancia que una vez llega al organismo se transforma en vitamina A, esencial para mantener las mucosas en buen estado, lo que ayuda a reducir los riesgos de infecciones respiratorias!
– Acelgas, espinacas, endivias y borrajas. Alimentos ricos en fibra y folatos, los cuañes aportan además betacarotenos y vitamina C, muy aconsejados para aliviar la tos y a mantener la mucosa bronquial. El zinc que aporta la espinaca, por ejemplo, ayuda a mantener el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
– Brócoli. Una verdura es muy rica en vitamina C, la cual se encarga de aumentar las defensas del organismo.
– Kiwi, limón, mandarina, naranja y pomelo. Opciones que se conocen como las frutas de «invierno» muy ricas en vitamina C, un antioxidante natural que protege a las células de los radicales libres, ayudando al funcionamiento del sistema inmunológico y mejora la absorción del hierro.
– Jalea real: hace unos años. Alimento muy rico en vitaminas del grupo A, B, C, y E, además de ofrecer un gran aporte de minerales, como calcio, hierro y fósforo, entre otros. Es recomendable para activar el sistema inmunológico. Siempre habrá que consultar con el médico pediatra para confirmar si los hijos pueden tomar jalea real.
– Productos lácteos fermentados. Un ejemplo muy cotidiano es el yogur, que contribuye a aumentar las defensas inmunológicas ya que contienen probióticos, sustancia básica en la lucha contra infecciones.
– Leche fortificada con vitamina D. Se trata de un alimento a incorporar en la dieta diaria durante el invierno, ya que durante esta estación las personas se exponen a una menor cantidad de rayos solares y se puede llegar a padecer deficiencia de esta vitamina.
– Agua. Vale, no es un alimento exclusivo del invierno, pero durante los días fríos se suda menos y la sensación de sed es menor. Sin embargo, es importante que mantenerse bien hidratados. Durante el esta estación también es aconsejable beber dos litros diarios de agua, infusiones o zumos naturales.
– Pescados como el salmón, el atún y la caballa. De nuevo, estamos hablando de alimentos que aseguran aporte de vitamina D, muy importante para combatir los resultados de una menor exposición a los rayos solares.
Damián Montero
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