Una encuesta realizada en Japón revelaba que un tercio de los niños nipones no había visto jamás una puesta de sol ni había perdido su tiempo mirando las estrellas… ¿Pasa algo parecido en nuestro hogar?
El exceso de clases extraescolares y actividades que ocupan el tiempo de ocio de los niños está incrementando el estrés entre los niños pequeños. La falta de descanso, de tiempo libre, y sobre todo, de tiempo para jugar al juego libre… está alertando del crecimiento de una peligrosa enfermedad entre los niños: el estrés.
Un estudio sobre el estrés infantil de la Universidad de Michigan concluye con una relativa sorpresa que tan apremiados están los pequeños que hasta la televisión se está resistiendo de la falta de tiempo. Así, hasta las horas que pasan los niños delante de la pequeña pantalla ha disminuido un 25%, puesto que por otra parte ha ocupado el ordenador y otras versiones de pantallas tecnológicas, dejando solo una hora a la semana a la lectura por cuenta propia.
Aparte de la falta de tiempo para ellos mismos y de la rigidez de los horarios, hay muchos otros factores que pueden desencadenar estrés en los niños y romper su frágil equilibrio emocional. Hablamos del divorcio de los padres, del nacimiento de un hermano, de la entrada en la guardería, del cambio de niñera o, incluso, de una mudanza… todos estos cambios pueden provocar reacciones desesperadas en los más pequeños.
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Para intentar que estas circunstancias no afecten a la salud de los niños, porque «el estrés es una enfermedad emocional, que está producida por una tasa elevada de cortisol, que si se mantiene en el tiempo, nos hace enfermar» como asegura la psiquiatra Marián Rojas-Estapé y autora del libro Cómo hacer que te pasen cosas buenas, pon en marcha en casa estos son 10 consejos contra el estrés infantil que puede ayudar a tus hijos a sentirse mejor:
1. Ponte en el lugar de tus hijos. No les subestimes por considerarles «demasiado pequeños». El mínimo cambio puede crear tensiones en ellos.
2. Cuidado con los síntomas. Aprende a interpretar los signos de estrés infantil. Algunos niños lo interiorizan o somatizan en forma de dolores de estómago, migrañas o fatiga. Otros lo manifiestan con tics como tirarse del pelo y morderse las uñas, o perdiendo el sueño o el apetito.
3. Evita programar el día. No programes en exceso a los niños. Déjales todos los días tiempo libre para jugar a su aire, deambular a cielo abierto o reflexionar, que también lo necesitan. Desaceleremos todos.
4. Técnicas de relajación. Enséñales o practica con ellos técnicas de relajación. Estimula el ejercicio físico.
5. Evita reprimir las frustraciones. Enseña a los niños a expresar su frustración, en vez de reprimirles por sistema. Permiíteles que griten en una almohada o que corran hasta que se cansen y remita la ansiedad.
6. Procura no «contagiar» el estrés. Procura no transmitirles tus preocupaciones de adulto. Los niños se contagian del estrés de sus padres.
7. Hablar. Habla con tus hijos. Enséñales a exteriorizar sus sentimientos… y aparca tu móvil, apaga la tele… mientras coméis o cenáis todos juntos.
8. Otros niños. Controla el tiempo que pasan delante de la tele y de los ordenadores. Procura que se relacionen con sus amigos y que salgan al exterior a jugar..
9. Sana alimentación. Vigila la dieta; en especial, la ingestión de azúcar. Nada de comida basura.
10. Cultiva la risa. El humor compartido es a veces la mejor de las terapias para aliviar las tensiones.
Marisol Nuevo Espín
Asesora: Beatriz Bengoechea. Psicóloga y orientadora familiar
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