¿Pueden mis hijos tener una cuenta en redes sociales? ¿A qué hora? La Ley es clara, no es hasta los 14 años cuanto una persona puede tener un perfil en estas páginas. Sin embargo cada vez más menores se inician en estas webs mucho antes de la edad recomendada, lo que supone un riesgo ya que es posible que navegando por la red se encuentren con numerosos problemas que no sepan enfrentar.
En concreto es a los nueve años cuando muchos niños están empezando a manejar perfiles en redes sociales según los datos del estudio Monsan. En España un 40% de los menores entre nueve y trece años ya posee una cuenta en las numerosas webs de esta temática, un problema que viene de la facilidad que ofrecen estas páginas.
Redes sociales, a tan solo un click
¿Es difícil abrirse un perfil en redes sociales? En absoluto no, estas páginas webs son claras en cuanto a su normativa: nadie menor de 14 años puede abrirse una cuenta. Aunque sin embargo es muy fácil engañar estos términos de seguridad. Tan solo basta un click del ratón para que un niño menor de esta edad finja ser quien no es y ya pueda manejarse en estas páginas.
Además las facilidades para navegar por estas redes sociales no solo vienen de la facilidad de este click, sino que también la proliferación de estos dispositivos hace posible que muchos menores de 14 años puedan esconder este asunto a sus padres. También según datos del estudio Monsan un 41% de los niños de 11 años ya posee un Smartphone.
El mayor conocimiento de las nuevas generaciones sobre redes sociales permite ocultar sus rastros ante sus padres. Lo cual hace muy difícil que los adultos puedan saber si sus hijos manejan cuentas en estas webs antes de la edad que le corresponde.
Mayor conocimiento de las redes sociales
Ante esta situación a los padres sólo les queda aprender más sobre el uso de redes sociales. Informarse mejor sobre cómo buscar determinados perfiles y asegurarse de que sus hijos no tengan cuentas antes de la edad correspondiente es algo crucial en estos casos. Del mismo modo los adultos siempre se deben asegurar de que el manejo de internet por parte de sus hijos sea en un lugar abierto donde puedan vigilar esta navegación, como por ejemplo un ordenador en el salón de casa.
Antes de decidir si comprar o no un smartphone habrá que valorar si el niño realmente lo necesita o puede posponerse esta decisión a un futuro. En el caso de concederle un móvil con conexión a internet habrá que llegar a un acuerdo con el pequeño para que por ejemplo este dispositivo contenga programas de protección que capen el acceso a determinadas páginas webs y que cada cierto tiempo los progenitores puedan revisarlo.
Damián Montero
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