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Prepara a tus hijos para la vida: 5 consejos para superar obstáculos

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El secreto está en prepararles para andar por el camino de la vida y no en preparar su camino, quitando las piedras para que no tropiecen. Los hijos tienen que aprender a sortear esas piedras, a tropezar y levantarse, para hacerse fuertes, autónomos, seguros y felices.

No podemos facilitarles siempre todo, tenemos que enseñarles a ser resolutivos por sí solos, a que tengan iniciativa propia, a que sepan trabajar en equipo. Es por su bien, pero también por el nuestro, somos sus padres, no sus mayordomos, ni sus secretarios, ni sus guardaespaldas.

5 consejos para que aprendan a ser resolutivos por sí mismos

La vuelta de las vacaciones es un momento estupendo para enseñar todo esto, desde que son muy pequeños.

1. Enséñales a hacer cosas

Las tareas domésticas y los encargos ayudan a fomentar los valores que he mencionado anteriormente. Que se puedan valer por sí mismos.

Si desde pequeños les enseñas a hacerse la cama, a recoger su habitación, a colaborar en la limpieza de la casa, en las compras y cocinar los menús, estás preparándolo para que sea capaz de sobrevivir en un futuro, le estás dando herramientas para que sea autónomo, resolutivo, tenga iniciativa, sepa pensar y decidir por sí mismo.

Cuanto más pequeños son, más fácil resulta que se motiven con estas actividades y lo vean como un juego. En las edades tempranas les encanta colaborar y es el momento ideal para sentar hábitos que con el tiempo se convertirán en virtudes.

Algunos tips para ponerlo en práctica serían:

– Reparte las tareas domésticas, enseña cómo las deben hacer.
– Supervisa las tareas con motivación, busca siempre algo que esté bien y felicítale, si hay algo que mejorar hazlo como un consejo, no como una crítica.
– Cambia las tareas para que todos las aprendan. Recuerda que el éxito depende del trabajo en equipo, entre todos.

2. Enséñales a pensar, a usar su intelecto, a tener criterios y razones

¿Cómo? Con preguntas sencillas, que tengan varas opciones de respuesta, por ejemplo: ¿qué haríamos si se estropea la cocina a la hora de comer? Es interesante ver las distintas soluciones que los niños pueden aportar. Evita dar tú las soluciones, deja que discurran, al igual que cuando ellos te hacen una pregunta, diles «¿tú qué opinas? O, ¿tú que crees?» Déjales hablar que se expresen, argumenten y razonen, siempre tienes tiempo de enseñarles.

– Juega a plantear problemas para pensar «¿qué haríamos si nos olvidamos las llaves del coche?»
– Juega hacer preguntas para describir objetos, lugares, personas «qué, cómo, cuándo, dónde, para qué …»
– Juega a hacer acertijos «¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?»
– Juega a inventar finales diferentes a los cuentos tradicionales, «¿qué pasaría si a Blancanieves no le gustase la fruta, ¿qué habría hecho la bruja? ¿Qué habría pasado?»

3. Enséñales a elegir, entre dos opciones que tú veas bien

Así irán aprendiendo a tomar decisiones. Con ello, tu hijo se sentirá mayor, ya que puede decidir y aprenderá a ver los pros y los contras de las cosas. Dependiendo de sus edades puedes empezar con decisiones cotidianas sencillas y que, poco a poco, pueden tener mayor importancia.

Por ejemplo: «¿qué prefieres ponerte hoy las bermudas azules o las blancas o qué prefieres hoy de postre pera o manzana? ¿Qué hacemos… vamos caminando o en bus, a casa de los abuelos?» Es bueno que analice las ventajas y desventajas para poder decidir.

4. Enséñales a valorar las cosas

Todo lo que tienen, lo que los demás hacen por ellos, el trabajo de la gente, a valorar cada día que amanece… El que da valor a las cosas, las cuida mejor y se esfuerza el doble.

– Insiste en el uso de la palabra «gracias», como dice el refrán «de bien nacidos es ser agradecidos», agradecidos por lo que tienen y por lo que les dan.

– Crea en ellos un espíritu positivo, fijándoos y resaltando siempre las cosas buenas.
Muéstrales a ver la botella medio llena en vez de medio vacía, optimismo ante todo.

– Frente a una queja tiene que haber siempre un par al menos de cosas buenas que contrarresten.

– Ante un problema, siempre buscamos una solución con optimismo y, si no podemos solos, buscamos ayuda, pero no nos rendimos.

5. Enséñales amar

Amar a los demás, amar la belleza, amar la naturaleza, amar lo que hacen, en definitiva, amar la vida. Porque el ser humano necesita amar y ser amado, y eso también se aprende con el ejemplo de los padres, familiares y amigos.

– Que aprendan a observar los pequeños detalles y descubrir la belleza de un paisaje, de una flor, de una música… Huye de lo chabacano y cutre, busca la belleza en todos los sentidos.

– Enséñales a ser solidarios, a ponerse en el lugar del otro para poder amar. Enséñales lo que es la empatía.

– Para todo ello; como madre o padre: motiva y déjales hacer. Y como hijo: primero miro y escucho; después pienso y aprendo; y, por último, actúo.

– Habrá veces que se equivoquen, no pasa nada, así se aprende. Dejad que vuestros hijos se equivoquen y así aprenderán, mientras que, si siempre lo hacéis todo por ellos, no solo no aprenderán, sino que no tendrán la necesidad de hacerlo por ellos mismos y, por supuesto, no disfrutarán de la satisfacción que da, el saber hacer las cosas uno mismo, el conseguir pequeños retos.

Evita quitar las piedras de su camino: enseñales a superar obstáculos

¿Vas a privar a tus hijos de todo eso por querer quitar todas las piedras del camino? Hay personas que son muy indecisas y es porque, siempre, alguien ha decidido por ellas.

La vida no es fácil, hay momentos buenos y no tan buenos, de risas y a veces de llanto, pero ahí está la grandeza de nuestras vivencias, en poder experimentar todas esas emociones y aprender cada día una nueva cosa. Hay padres y madres que no consiguen cortar el cordón umbilical con sus hijos e intentan vivir su vida por ellos allanando el camino continuamente, sin darse cuenta que, en realidad, les hacen un flaco favor, impidiendo que se equivoquen, que mejoren y que aprendan por sí solos.

Prepara a tus hijos para el camino de su vida. Enséñales a hacer las cosas, a esforzase, a superarse, a darse a los demás, a compartir, a disfrutar de la vida. Muéstrales cómo ser libres para saber elegir y conseguirás que sean felices andando su propio camino, porque sabrán que estáis siempre ahí para escucharles, para ayudarles en lo que necesiten y apoyarles en su propia vida.

Cristina Gil Gil. Autora del libro La profe responde y del blog Ideas para crear y disfrutar

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