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Ponerse de acuerdo para educar, la importancia de no discrepar

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Ponerse de acuerdo para educar es imprescindible para su desarrollo.

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La educación de los niños es algo que incumbe a ambos padres, un proyecto común en el que hay que ponerse de acuerdo en muchos puntos. Compartir valores es muy importante para conseguir esta misión, mientras que la discrepancia confunde a los niños.

Desde la fundación Understood se explica cómo compartir una visión común en la educación de los hijos ayuda a su correcto desarrollo. Una llamada de atención a esas familias en donde uno de los progenitores asume el rol de «policía bueno» y el otro «malo». En última instancia esto sólo confunde al pequeño al no tener claro cuál es la opción correcta.

La importancia de ponerse de acuerdo

No todas las personas comparten los mismos valores. Por muy parecidos que sean los miembros de una pareja, siempre hay puntos de vista que no comparten y estos salen a la luz especialmente en lo que a la educación de sus hijos se refiere. Las discrepancias son inevitables, pero el diálogo debe estar asegurado en estas situaciones. Para ello, el primer paso debe ser encontrar el punto concreto que no se tiene en común.

Un ejemplo es la actitud paterna respecto a las tareas del colegio. Uno de los padres puede pensar que es mejor realizarlas inmediatamente después del almuerzo tras su llegada a casa, y el otro que lo más conveniente es descansar para luego afrontar este reto con pilas cargadas. Esta discrepancia debe desarrollarse en privado y nunca frente al hijo.

Si el pequeño ve que existen dos puntos de vista distintos, no le quedará claro cuál debe seguir. En estas situaciones siempre apostará por aquella elección que más le convenga y se pondrá de parte de aquel progenitor que lo defienda. De esta forma, la posición de este padre se reforzará y quedará como el «bueno», haciendo que se distancie todavía más el otro punto de vista.

Una vez que se hayan puesto de acuerdo, en privado, los padres deben compartir este punto de vista con el hijo y comprometerse a cumplirlo. Por supuesto, si se advierte que el modelo elegido no funciona, los padres deben volver a valorar la opción elegida y ver qué puede cambiar. El diálogo siempre debe estar presente por encima de la imposición para encontrar la fórmula más adecuada.

Dialogando con la pareja

Como ya se ha dicho, el diálogo con la pareja es muy importante a la hora de encontrar el modelo educativo que se aplicará en casa. Estas son algunas claves para poder tener éxito en este asunto:

– Nada de fanatismos. Las posiciones distintas son inevitables, pero no quiere decir que no puedan complementarse. Hay algunas personas que cuando se les contradice, defienden su posición hasta las últimas consecuencias. Hay que pensar que lo que nuestra pareja tiene que decir puede reportarnos una perspectiva válida y que nunca habíamos pensado.

– Nunca faltar el respeto. Nadie es más inteligente o sabe menos por tener un punto de vista. Escuchar y conocer los motivos de la otra persona para pensar así es muy importante, algo que debe hacerse desde el respeto.

– Escuchar. Al igual que una persona quiere poner su criterio sobre la mesa, la pareja también tendrá este derecho y a ser escuchado igualmente.

Damián Montero

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