Dejar a un niño solo con un smartphone nunca es una buena idea. Los padres deben velar por el buen uso de estos dispositivos, no solo por los peligros que acechan en internet, sino porque pueden ocurrir muchos otros problemas relacionados con aplicaciones de juego y ocio.
Algunos de los juegos que existen en el mercado del mundo móvil en primera instancia son gratis. Sin embargo, con pequeñas microtransacciones conceden ventaja a los usuarios. Un sistema de pago que si bien se basa en pequeñas cantidades, puede terminar de forma más grave como en el caso del niño británico que recientemente gastó cerca de 6.000 libras en este tipo de aplicaciones.
Falta de vigilancia
Casos como el del mencionado niño que recoge la BBC tienen una característica común: la falta de vigilancia del uso que los más pequeños hacen de sus smartphones. Hay que tener en cuenta que estos aparatos no son tan simples como pueden parecer a priori y pueden desencadenar en graves situaciones. Aunque se permita manipular un teléfono inteligente a un hijo, hay que saber qué está haciendo.
Nunca está de más hablar con el niño sobre lo que está viendo en ese momento o si está jugando a algo, hacerle saber los límites. En este punto, es imprescindible evitar que los hijos accedan a este tipo de aplicaciones que permitan las microtransacciones, no al menos hasta que tengan noción de lo que supone dar en estos botones y les quede claro el concepto de dinero.
De igual forma, los padres tienen que desvincular sus cuentas de crédito de sus perfiles. Hacer que siempre se requiera una confirmación mediante clave antes de que se efectúe cualquier tipo de pago, ya sea para realizar una microtransacción o para adquirir algún material como audiolibros, aplicaciones o cualquier otro producto que requiera de una cantidad de dinero.
Educar para un uso responsable
Dejar un smartphone a un hijo es una gran responsabilidad por las posibilidades que ofrece estos aparatos. Hay que transmitir el espíritu crítico necesario para el uso de un teléfono inteligente:
1. ¿Es realmente necesario su uso? Siempre es recomendable pensar si la actividad que el niño piensa hacer con el smartphone no se puede hacer de otra forma. Por ejemplo buscar una información que es fácilmente de hallar en una enciclopedia o en el ordenador.
2. Smartphone según necesidades. Hay ocasiones en las que la necesidad de un smartphone se relaciona con un viaje del niño. En estos casos esta situación basta con un terminal que permita recibir llamadas, no tiene por qué haber conexión a internet.
3. En momentos concretos. Nunca se debe emplear el smartphone como instrumento de ocio sino como herramienta para situaciones concretas.
4. Consecuencias. Si hay cualquier uso inadecuado del smartphone, el niño debe saber que la primera consecuencia será la retirada del mismo y la imposibilidad de su uso durante algún tiempo.
5. Establece normas para educar su uso. Nuestros hijos son nativos digitales, pero a medida que crecen, estas normas van cambiando, pues ellos van adquiriendo independencia y libertad en su actuar.
6. Decide una edad igual para todos los hijos en la que se puede tener el móvil. Por supuesto, debemos esperar a los Reyes o al cumpleaños, no regalarlo sin justificación alguna. Así, cuando el hijo en su «profesión» de pedir insista en que «necesita ya» el móvil, nosotros le recordaremos que no ha llegado la edad establecida en nuestra familia y zanjaremos la discusión sin disgustos.
Damián Montero
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