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Vídeo: qué hacen realmente los niños cuando los dejamos ‘echando la siesta’

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«Duérmete niño,  duérmete ya, que viene el coco y te comerá»… eso canta la nana. Una frase simple y tradicional que probablemente hayamos escuchado a lo largo de muchos años en nuestras casas y cantemos a nuestros pequeños antes de irse a dormir, tanto por la noche como en la siesta. Pero, ¿duermen realmente?

Muchos niños sí, pero a otros les cuesta echarse la siesta. Algunos, en este «arte de no dormir», parecen ser más disimulados que otros. Así lo vemos en este tierno y divertido vídeo con cámara oculta en el que se observa cómo dos bebés no se echan precisamente la siesta cuando sus padres salen de la habitación y se quedan solos.

Cámara oculta muestra a dos niños durante su siesta

Dos gemelas llamadas Niña Williams y Cecilia Moyer viven juntas mientras una de ellas se construye su casa. Esto ha dado como resultado que sus dos hijos, los primos Mariah y Beckham tengan que compartir el tiempo de la siesta… bueno, eso en teoría.

Viendo que los pequeños no parecían dormir demasiado en el tiempo dedicado a dormir, estas dos hermanas decidieron instalar una cámara oculta en la habitación para que capturara lo que hacen los dos niños mientras su madres no están delante, y el resultado es para partirse de risa.

Cuando mamá no está

«Mamá se ha ido», parecen decir los pequeños, que levantan la cabeza en cuanto la puerta de su habitación se ha cerrado. Entonces, como si dijeran «empieza la fiesta», comienzan a tener unas interesantes conversaciones entre balbuceos.

La pequeña está acostada en una cuna convertible, mientras que el chico parece estar en una cuna de viaje. Sea como fuere, el pequeño, que parece algo mayor que Mariah, comienza a jugar con un juguete que finalmente se le cae al suelo: entonces, ni corto ni perezoso, levanta una pierna y casi de un brinco se sale de la cuna mientras su prima lo observa con curiosidad.

En estas, Mariah cogió su biberón y lo lanzó al suelo, por lo que Beckham lo coge y lo lanza de vuelta… con la mala suerte de que da en la cabeza a su pobre prima, que empieza a llorar. Su reacción entonces es tremendamente adorable: coge su biberón y se lo da a su prima para consolarla, y se sube a la cuna para acariciarle la cabeza.

La historia, tan divertida como tierna, también ha servido para enseñar a estas madres que los primos no deben estar juntos para echar la siesta… si quieren que duerman. Y, también, que el biberón deben llevárselo ellas una vez se lo han dado a los pequeños. ¡Siempre se aprende! No te pierdas el vídeo y compártelo con tus contactos.



Ángela R. Bonachera

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