La envidia es un sentimiento o estado mental por el que se siente angustia o rabia por no tener algo que otros tienen, ya sean cualidades físicas, psíquicas bienes materiales Este es un sentimiento muy común entre los niños pues aun están en pleno desarrollo emocional y entre los adolescentes, fruto de la inseguridad. Por lo general, la envidia está presente en todas las edades, en mayor o en menor medida.
Concretamente los niños tienen muchas veces dificultades en diferenciar la admiración de la envidia. Los padres tienen que enseñar a los pequeños que no es lo mismo tener envidia de una persona que admirarla, conceptos que son difíciles de diferenciar para los menores y que pueden llevarles a confusión. Combatir la envidia puede convirtiese en una tarea muy difícil, pero de no ser así, las personas envidiosas terminan criticando aquello que otros tiene, porque ellos no lo puede tener. Minimizan el valor de lo que otra persona tiene para no sentirse mal o culpable.
Qué hacer ante un niño envidioso
La envidia empieza a materializarse en los niños cuando son pequeños y se relacionan con su entorno familiar. Empezarán a querer conseguir todo lo que no tienen, y esto lo reflejarán por medio de berrinches y rabietas. Es importante entonces que los padres intenten calmarles y hacerle ver que sus emociones no son las adecuadas, y que no puede tener todo lo que quera. Así aprenderá a respetar sus propias diferencias y a valorar sus cualidades.
Sin esta ayuda por parte de sus padres o de los adultos, el niño se convertirá en una persona egoísta, ansiosa y envidiosa, pues es en esta etapa cuando los niños tienen que aprender los valores fundamentales para la vida y a centrarse en sus objetivos y no en los de los demás. Además, los niños tienden a imitar la conducta de los mayores, por ello si sus padres son envidiosos es muy probable que ellos también lo sean. Por tanto es muy importante evitar comentarios o comportamientos envidiosos para que los niños no aprendan ese tipo de conductas.
Los padres que detentan signos de envidia en sus hijos por el tipo de relación que guarden con los demás pueden ayudarles a evitar ese sentimiento con muestras de cariño y paciencia. Necesitan que les ayuden a entender sus sentimientos, y la manera más adecuada no es por medio de regañinas o reprimendas, pues en ese caso los niños sentirán otros sentimientos de frustración y tristeza por el enfado de sus padres y no llegaran a comprender en que han actuado mal o que necesitan cambiar.
Marta Santín
Asesoramiento: Mª Jesús Alava. Psicóloga
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