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Trastornos del sueño infantil

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La calidad del sueño es fundamental para los niños. La falta de horas de sueño produce a parte de somnolencia durante el día, déficit de atención, bajo rendimiento escolar y problemas de comportamiento.  Existen varios trastornos del sueño infantil que impiden a los niños dormir las horas necesarias o que se obtenga un sueño de calidad.

Estos trastornos del sueño infantil se dividen principalmente en tres grupos:

1. Niños a los que les cuesta dormirse (insomnio por higiene del sueño inadecuada, insomnio conductual, síndrome de piernas inquietas, síndrome de retraso de fase).

2. Niños que presentan eventos anormales durante la noche (síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño pediátrico (SAHS), sonambulismo, terrores del sueño o nocturnos, despertar confusional, pesadillas, movimientos rítmicos relacionados con el sueño).

3. Niños que se duermen durante el día (privación crónica del sueño de origen multifactorial, narcolepsia).

Cómo ayudar a los niños a dormir bien

Los ritmos circadianos se adecuan a los factores ambientales que actúan como sincronizadores o zeitgebers. El sincronizador ambiental más poderoso es el ciclo luz/oscuridad. Las interacciones sociales pueden a su vez actuar como zeitgebers. Esto quiere decir que nuestro horario de comidas y comportamiento sirve de guía a nuestro reloj interno sobre qué hora es. Por ello,  la mejor manera de mantener una buena higiene de sueño es siguiendo una rutina de adormilamiento, adaptándola a las demandas de la creciente edad del niño.

Un ejemplo de rutina para dormir:

1.   Comer.
2.   Ducharse/ bañarse.
3.   Ponerse el pijama.
4.   Lavarse los dientes.
5.   Asegurarse que la habitación está a una temperatura agradable.
6.   Leer un rato/decir una oración/cantar una nana.
7.   Decir buenas noches.

Por otra parte, hace falta tener al menos 30 minutos de actividad física al día para que el cuerpo esté en un estado óptimo para entrar en el estado de descanso. Nuestro metabolismo crea energía a diario que se tiene que invertir en acciones para lograr un estado óptimo de adormilamiento; si se ha estado descansando todo el día, costará más irse a descansar durante la noche. Se aconseja también que no se vea televisión durante las dos horas antes de irse a dormir. En enero 2013 se publicó un estudio que demuestra que los niños que ven televisión durante esas dos horas previas a dormir suelen hacerlo más tarde y duermen menos horas. Esto se debe a que la luz de la televisión y las pantallas suprime la producción de melatonina, que es la hormona que nos ayuda conciliar el sueño y a mantener el ciclo del mismo. Por lo tanto, evitar que nuestros hijos vean televisión antes de irse a dormir ayudará a que duerman las horas necesaria, a que se despierten menos durante la noche y, en caso de despertarse, les cueste menos volverse a dormir.

La importancia del sueño para los niños

–   El sueño es un indicador de salud.
–   Se puede apreciar cómo el sueño se ve afectado cuando hay problemas de ansiedad, emocionales, dolores físicos, o se padece alguna enfermedad.
–   Tener una buena higiene de sueño es un gran paso para llegar a ser una persona saludable.
–   La mejor manera de conseguir que nuestros hijos le den importancia al dormir, es ver la importancia que le damos nosotros.

Averigua si el niño tiene problemas para dormir

Os ofrecemos una serie de preguntas para averiguar si existe la posibilidad de que algún hijo esté teniendo un problema para dormir; éstas han sido sacadas del cuestionario BEARS, adaptado específicamente para patrones del sueño en niños de 6-12 años.

–   ¿Tiene algún problema a la hora de irse a la cama o para quedarse dormido?

–   ¿Parece cansado o somnoliento durante el día?

–   ¿Se despierta mucho durante la noche?

–   ¿Tiene algún problema a la hora de acostarse?

–   ¿Le cuesta despertarse por las mañanas, parece somnoliento durante el día?

–   ¿Parece que se despierte mucho durante la noche? ¿Tiene problemas para volverse a dormir, cuando se despierta?

–   ¿Tiene sonambulismo o pesadillas?

–   ¿A qué hora se va a la cama y se despierta los días que hay colegio? ¿Y los fines de semana? ¿Usted piensa que duerme lo suficiente?

–   ¿Ronca fuerte por las noches o tiene dificultad para respirar?

En el caso de que se responda afirmativo a alguna de estas preguntas, es posible que algo esté fallando en la higiene de sueño. Lo mejor sería revisar los hábitos para un sueño saludable como: los horarios, el  control de uso de aparatos electrónicos, el orden en las conductas alimentarias cercanas a la hora del sueño (excesivo consumo de refrescos de cola y cafeína, chocolate, bollería industrial, cenas copiosas) y los hábitos  de ejercicio físico diario. Si una vez revisados y adaptados los hábitos para alcanzar un buen patrón de sueño se sigue sin obtener una buena calidad de sueño, y/o las horas recomendadas, entonces estaría bien consultar con un experto.

Maite Balda

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