Enseñar a un niño la importancia de la democracia es educarlo para que sea buen ciudadano. Este sistema político es sinónimo de consenso y entendimiento, dos valores muy importantes que deben transmitirse a los más pequeños de la casa.
Por este motivo, cada 15 de septiembre se recuerda la importancia de este sistema político a través del Día Internacional de la Democracia. Una fecha para pensar en lo que supone para las personas la democracia y su influencia en nuestro día a día. Una reflexión en la que pueden participar los niños para que puedan ir descubriendo el verdadero valor del diálogo y la cooperación por el interés común.
Valores de la democracia
Conviene detenerse un segundo y meditar junto a nuestros hijos sobre los valores que realmente aporta la democracia a cada persona. Este sistema político parte de la idea de que es la mayoría quien debe gobernar siempre que respete las necesidades de la totalidad de los ciudadanos. La democracia también se fundamenta en el diálogo puesto que tanto quienes gobiernan como quienes ejercen la oposición necesitan alcanzar acuerdos y transmitir a la sociedad el porqué de sus actuaciones.
Es decir, la democracia puede enseñar a los niños a respetar siempre la visión de la mayoría y de las minorías, aunque disten de sus sus pensamientos. También los anima a escuchar otras opiniones y a valorarlas a la hora de tomar una decisión. Esto hará que desde muy pequeños entiendan la importancia que tiene el pluralismo y lo mucho que pueden aportarnos otras formas de ver los problemas.
La democracia también apuesta por la tolerancia, es decir, respetar a otros pese a que no opinen igual que nosotros. Ese respeto se fomenta en la convivencia, ya sea en el colegio, en casa o con sus amigos. Hay que aceptar que no siempre se pueden llevar la razón y que otro tipo de pensamientos pueden ser tan válidos como los propios.
Los niños también pueden aprender de la mano de la democracia dos conceptos tan importantes como legitimidad y legalidad. Es decir, entender el sentido de las normas y de su cumplimiento, así como el concepto de autoridad.
Cómo transmitir esos valores
La democracia no solo sirve para gobernar un país. También es muy buena para organizar un hogar. De hecho una buena forma de transmitir estos valores es hacer que el hogar se convierta en un lugar donde el diálogo sea la nota predominante. A la hora de tomar decisiones se les ha de hacer saber a los niños que su opinión importa, al igual que la del resto de personas en casa. Si bien no se someterán a votación cuestiones básicas de carácter educativo, puesto que son potestad de los padres, sí se puede entablar un diálogo abierto sobre otros aspectos de la vida cotidiana, como a qué dedicar el tiempo libre.
Por ejemplo a la hora de ir al cine todos en casa pueden sugerir qué película ver y en función de la opción más representada entre los miembros, esta es la que finalmente se verá. En este mismo caso si el niño se enfada porque no «ganó» su propuesta, hay que hacerle entender que su opinión será tenida en cuenta en próximas ocasiones.
El comienzo en el colegio también puede ser una buena ocasión para explicar la importancia de la democracia. En la escuela los niños se relacionan con otros que pueden pensar distinto a ellos. Deben entender que no pueden imponer su criterio por la fuerza, sino que deben hablar con el resto por ejemplo a la hora de decidir a qué juegan en el recreo.
Damián Montero
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