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Los animales son los primeros en la lista de regalos de los niños, y es que no hay familia en la que, tarde o temprano, no se escuche: ¡quiero un perro! No hay persona capaz de resistirse ante la mirada de un cachorro, y mucho menos un niño. Las mascotas fomentan en los niños el desarrollo de la responsabilidad, ayuda al crecimiento psicológico y emocional y mejora la salud y actividad física.

Cuando los más pequeños empiezan a pedir insistentemente una mascota, en la mayoría de los casos los padres solo se plantean las nuevas tareas que recaerán sobre ellos. Es cierto que, aunque los pequeños puedan hacerse cargo de la parte del cuidado de la mascota, la mayor responsabilidad recae en los adultos.

Pero, ¿qué ventajas puede aportar en los niños el incorporar una mascota en la familia? Fomentar la responsabilidad, un mayor desarrollo psicológico y emocional y mejorar la actividad física son algunos de los beneficios que puede tener en los niños.

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¿Cuál es la edad adecuada para introducir una mascota?

Antes de hacerse con un animal de compañía debemos de tener en cuenta la edad del niño.

- Antes de los tres años los niños son incapaces de tomar decisiones y de diferenciar a la mascota de uno de sus juguetes.

- A partir de los cuatro años el niño ya podrá encargarse de algunas tareas para el cuidado de su mascota. Como darle de comer, limpiar su casa Para estas edades se recomiendan mascotas que requieran pocas atenciones como un gato, una tortuga, un hámster

- A los seis años se da el momento perfecto en el caso de que se prefiera un perro, ya que el niño será capaz de aceptar las responsabilidades más exigentes como pasearlos, bañarlos, jugar con ellos...

Ventajas de tener una mascota para el niño 

- Crecimiento psicológico y emocional. Incorporar una mascota en la familia “ayuda a estimular los sentidos de los pequeños de la casa, mejora el estado de ánimo, sensibiliza con respecto a los demás, desarrolla la empatía, fomenta la autoestima e incluso la integración social” apunta Gabriela Gómez Rocas, psicóloga del Servicio de Promoción de la Salud en Sanitas. Convivir con una mascota desde edades tempranas ayuda a tener al niño una mayor seguridad en sí mismo y a tener mejor relación con los demás. Los niños que tienen mascotas son más sociables y con mayor capacidad empática que aquellos que carecen de ellas. Además, relacionarse con otro ser vivo ayuda al niño a fomentar la comunicación no verbal y la capacidad de intuición.

- Compromiso y responsabilidad. Se debe establecer un reparto de las tareas para el cuidado de la mascota. Así, asignar una labor al niño ayudará a aumentar la responsabilidad y comprenderá que los otros también tienen sus necesidades y que debe respetarlas.

- Unión familiar. Los primeros que tienen conciencia de la responsabilidad y el compromiso que supone el tener un animal doméstico son los adultos. Por ello, es importante que sepan comunicar esta tarea a los niños y modular su conducta. Si todos los miembros de la familia colaboran con el cuidado de la mascota, se conseguirá un fuerte punto de unión y de compromiso familiar.

- Tratamiento contra el estrés. Hoy en día han proliferado las terapias asistidas con animales, tanto para niños como para adultos, conocidas como zooterapias. La interacción afectiva con los animales ayuda a paliar los sentimientos negativos, a separarse de los problemas y a desarrollar habilidades sociales. En el caso del estrés, acariciar a un animal hace que nuestro cuerpo segregue endorfinas reduciendo así el estrés y la ansiedad.

- Fomenta la salud y la actividad física. Jugar con su nuevo amigo peludo será su actividad favorita. Las mascotas influencian a la hora de elegir salir a pasear (en el caso de que sea un perro, por ejemplo) Si es pequeño, le ayudará en el desarrollo psicomotriz: gatear, buscar la pelota, o incluso, dar sus primeros pasos. Si el niño es más mayor, le ayudará a dejar de lado las actividades sedentarias y poco sociables, como ver la tele o los videojuegos. Además, algunos estudios han comprobado que convivir con un animal de compañía desde el nacimiento, preferentemente perros y gatos, refuerza el sistema inmunológico de los niños y previene la aparición de alergias como el asma o la rinitis.

Noelia de Santiago Monteserín

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