La autoestima es una cualidad que se desarrolla con la observación de uno mismo, la opinión de los demás y los éxitos y los fracasos, pero puede ocurrir que, en algunos niños y por algunas circunstancias, el desarrollo de su autoestima no sea adecuado debido a la aparición de los complejos. El más conocido es el complejo de inferioridad.
Los complejos son los enemigos de la autoestima y cuando los niños están afectados por un complejo de inseguridad sienten dificultades para relacionarse con los demás porque se perciben inferiores o incompetentes para asumir algunas competencias.
Entre las manifestaciones constantes de los niños que presentan estos sentimientos de inferioridad están la búsqueda constante de atención, la hipersensibilidad por las opiniones de los demás, el temor por cometer errores y la compensación de sus sentimientos buscando destacar en otros aspectos. Criticar a los demás y aislarse de actividades en grupo son algunos de los comportamientos propios de los niños con complejos.
¿Por qué los niños se acomplejan?
Los complejos de inferioridad pueden surgir por muy diversos motivos, pero es muy frecuente que sea por defectos físicos. Los niños cuando son pequeños no son conscientes del daño que pueden hacer con sus bromas o comentarios, y pueden llegar a ser muy crueles. Reírse de un compañero por su gordura, porque sea de otra nacionalidad, porque sea bajito puede dar lugar a que el niño que recibe esas críticas piense que tiene un defecto y se acompleje.
Otras veces son los adultos los que acomplejan a los niños por exigirles demasiado o por no estar nunca satisfechos con ellos. Muchos padres cometen el error de querer hacer de su hijo una persona brillante y les piden que den más de lo que realmente pueden, o no les valoran o congratulan cuando hace algo bueno. Esto crea en los niños un sentimiento de frustración que crea complejo de inferioridad. Es importante que los padres sepan reconocer la forma de ser de sus hijos, y que pongan ciertos límites a sus exigencias y ciertas recompensas a sus esfuerzos.
Pautas para vencer los complejos
Para evitar que los complejos, enemigos de la autoestima, minen la percepción que los niños tienen de sí mismos, se pueden llevar a cabo una serie de técnicas que ayudan a elevar la autoestima y a coger seguridad en sí mismos:
1. Evita todo tipo de frases que puedan deteriorar la imagen que tiene el niño de sí mismo desde el punto de vista físico.
2. Alaba sus puntos fuertes, encuentra sus cualidades y haz que las ponga en práctica.
3. Habla bien del niño cuando pueda escucharte.
4. Haz que admita sus propios errores y dale la oportunidad para que pueda corregir los suyos y los tuyos.
5. Dale la oportunidad de destacar en algo.
6. Elogia sus logros y esfuérzate en ver sus cosas buenas
7. No exijas más de lo que puede dar, empieza por cosas fáciles que poco a poco vayan complicándose.
Ana Vázquez Recio
Asesoramiento: Teresa Artola. Autora de Claves Educativas de 6 a 12 años, de Editorial Palabra
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