Aunque robar se considera una conducta normal en los niños, debe tenerse en cuenta y corregirse. Los padres podemos prevenir, tratar y corregir, además de buscar las causas para evitar que se repita.
Motivos que les llevan a robar
Los niños cogen cosas que no les pertenecen por diferentes razones, que varían de unos niños a otros.
Falta de interés por parte de los padres, que no corrigen a sus hijos cuando roban y así les hacen ver que pueden repetir este comportamiento.
El mal ejemplo que se da inconscientemente cuando, por ejemplo, se coge material del trabajo para ser usado en casa: «No te gastes el dinero, que ya traigo yo los folios de mi oficina».
Niños envidiosos, que quieren lo que tienen los demás a toda costa y si es necesario lo roban.
Necesidad de ser aceptados entre los amigos, que quizá roben y ellos lo hacen para no ser excluidos del grupo.
Indicio de problemas emocionales o de comportamiento. Esta es la causa más común por la que los niños roba y se relaciona directamente con los celos hacia otro hermano, en la angustia de la separación ante la posibilidad de dejar un tiempo a papá o mamá, la reacción de niños muy tímidos que incapaces incluso de pedir las cosas, prefieren cogerlas, etc.
¿Se puede prevenir esta actitud?
Existen muchos recursos para actuar hacer los padres para prevenir estas situaciones, entre ellas:
Hablar con los hijos y explicarles que robar es malo, porque supone coger algo que pertenece a otro niño.
Enseñarles el sentido de la palabra propiedad desde pequeños. Les podemos decir que la gente tiene el derecho a poseer sus propias cosas y que no se debe coger algo que pertenece a otros.
Aprovechad los acontecimientos diarios para que lo comprendan. Por ejemplo: «Ves, vamos a la tienda y pagamos lo que nos queremos llevar a casa» .
Enseñarles maneras de conseguir las cosas que se desean. Por ejemplo, pedirlas por su cumpleaños o a los Reyes Magos; aunque no las consiguen inmediatamente, las podrán tener y la espera hace que se reciban con mayor ilusión.
Felicitarles cuando se comportan como les pedimos. Es una buena manera de fomentar el esfuerzo por hacer las cosas bien.
¿Cómo actuar si roba nuestro hijo?
Para empezar, no hacer nunca un drama, averiguar si es la primera vez, hablar con el colegio y con nuestro hijo, poner pequeñas metas para luchar juntos y sobre todo, mostradle absoluta confianza en él para que desee no volver a hacerlo.
Permanecer tranquilos. Los niños roban de vez en cuando, pero esto no significa que tengamos un potencial delincuente en casa. Si exageramos nuestra reacción podemos inculcar en el niño sentimientos de culpa y vergüenza, lo que puede afectar a su amor propio.
Reaccionar con prontitud. Cuanto más tardemos en afrontar el problema más difícil será corregirlo.
Que asuma las consecuencias. Decidid las consecuencias que serán apropiadas y aplicarlas cada vez que el niño robe.
Corregir el comportamiento. Ofrecer algún tipo de restitución. Por ejemplo, si el niño coge unas chuches del supermercado, tendrá que devolverlas o pagarlas si se las ha comido.
Aplicar una consecuencia natural. Como que no pueda comer golosinas en un determinado tiempo.
Llamar a las cosas por su nombre. Es muy importante que aludamos al comportamiento exactamente como lo que es.
Para pensar…
-Es importante que entendamos por qué ha sucedido el robo.
-No es nada aconsejable someter al niño a un duro interrogatorio para averiguar lo ocurrido. Sólo conseguiremos crear un clima de desconfianza, que el niño intente ser más listo la próxima vez para que no le pillemos y que se ratifique en la mentira. Sí podemos decirle que sospechamos algo y que cuando él quiera estamos ahí para escucharle, porque sabemos que es un niño honrado.
-A partir de los diez años podemos facilitar posibilidades a los hijos para que ganen su propio dinero y aprendan a administrarlo. Con éste podrán cubrir «ciertos caprichos», no sentir la necesidad de robar lo que deseen y aprender el valor de ganarse las cosas.