Practicar siempre el mismo deporte aumenta el riesgo de padecer lesiones crónicas, una patología que está aumentando en los niños. La causa es la realización de movimientos repetitivos con la práctica de un sólo deporte, algo totalmente desaconsejado por los especialistas, que advierten que los niños no deberían especializarse en una sóla actividad deportiva hasta los 14 o 15 años.
El deporte y sus dos caras de la misma moneda
Frente al mal de sedentarismo, el deporte es la mejor alternativa para los niños, pero es necesario enseñarles a cuidarse para evitar lesiones, ya que debido a estar en crecimiento son susceptibles a ciertas lesiones deportivas específicas que no tienen lugar en los adultos. Un ejemplo es la que puede afectar al cartílago en crecimiento, cuya fractura puede afecta al hueso en desarrollo provocando acortamientos o angulaciones no deseables.
Las lesiones por microtraumatismo o por sobrecarga también son típicas de otras zonas de crecimiento. Es típica la lesión que causa el dolor de la cara anterior de la parte alta de la tibia, cerca de la rodilla, que se llama enfermedad de Osgood-Schlatter.
En esta línea, el Dr. Arriaza, especialista en Traumatología Deportiva del Hospital HM Modelo y director del Instituto Médico Arriaza y Asociados, afirma que «cada vez es más frecuente la aparición en niños de lesiones en los ligamentos de la rodilla similares a las que se ven en adultos, y que hacen que tengan que ser operados a edades tempranas para devolverles la estabilidad a las rodillas».
Factores de riesgo para las lesiones deportivas en niños
Entre los principales factores de riesgo para las lesiones crónicas en niños destaca la repetición constante de movimientos y la falta de una equipación correcta.
1. Repetición continua del mismo movimiento. Es muy importante respetar las características de la anatomía de los niños porque no son adultos en pequeño. Aunque puedan realizar una actividad deportiva sin cansarse durante más tiempo que un adulto, su cuerpo tolera mal la repetición constante del mismo movimiento. Según el Dr. Arriaza, «esto provoca la mayor parte de las lesiones crónicas en niños. Lo ideal es que los pqueños aprendan inicialmente las habilidades básicas, como correr o saltar, para que después, poco a poco, se puedan ir centrando en algún deporte, pero sin abandonar las otras actividades al menos hasta los 14-15 años».
2. Especialización en un deporte concreto. En ocasiones son los padres y los entrenadores los que invitan a los niños a especializarse precozmente en un deporte concreto para garantizar su éxito en la edad adulta. Pero estudios científicos y estadísticas demuestran que no siempre es así y, de hecho, parece que aumenta el riesgo de que abandonen el deporte.
3. Equipación incorrecta. Un ejemplo típico es la compra por imitación de sus ídolos de los tacos alargados y profundos que usan los profesionales en las botas de fútbol. Mientras que a ellos les permiten girar y frenar con más rapidez en hierba natural, a los niños les van mal en césped artificial. Los tacos alargados y profundos aumentan el riesgo de lesión de rodilla en general, pero los adultos tienen más fuerza en la musculatura estabilizadora y compensan esta situación. En cambio, los niños aún no tienen fuerza estabilizadora suficiente y el riesgo de lesión aumenta. Para jugar al fútbol en campos de hierba artificial, los niños deben usar botas de multitaco corto.
Otro ejemplo está relacionado con los deportes de invierno como el esquí, el patinaje sobre hielo o el snowboard. Como la temporada dura poco y los niños crecen rápido, en ocasiones los padres compran tallas grandes para usarlas dos temporadas. «Es mejor alquilar el equipo o utilizar el amplio mercado de compra-venta de este material que hay en casi todas las ciudades donde se practican estos deportes, en el que es fácil adquirir equipos en perfecto estado para renovarlo cada temporada», recomienda el doctor.
El otro problema es que muchas veces toda la actividad de esquí o de snowboard se concentra en una semana, con muchas horas de actividad cada día y mucha fatiga acumulada, que sumada a la lógica falta de percepción del peligro y las limitaciones propias de estas edades, hace que los días centrales de la semana sean de mayor riesgo de lesiones. En estos casos, deben ser los padres o los responsables del viaje los que tengan que poner límites e insistir también en un adecuado descanso nocturno.
Cómo prevenir lesiones deportivas en niños
1. Consejos de un profesional. Los entrenadores capacitados son los que mejor conocen las medidas preventivas que se pueden utilizar.
2. Calentar y estirar. Ambas actividades antes y después del entrenamiento deportivo puede reducir hasta en un 60 por ciento los riesgos de lesiones de rodilla y de tobillo en niños.
3. Practicar varios deportes. Evitar la repetición de movimientos con la práctica de solamente un deporte e inculcar a los niños buenos hábitos de «educación física» para enseñarles a escuchar a su cuerpo evitará sobrecargas para mantener una buena forma muscular a lo largo de su vida.
Marisol Nuevo Espin
Asesoramiento: Dr. Rafael Arriaza, especialista en Traumatología Deportiva del Hospital HM Modelo y director del Instituto Médico Arriaza y Asociados.
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