Ir al médico no nos gusta ni a los niños ni a los adultos. Cada vez que vamos con nuestros hijos al pediatra, la escena que se encuentran es que tenemos que estar un rato esperando, el ambiente es triste, los olores son raros, las personas están serias, no hablan y si lo hacen hablan bajito y encima no pueden jugar porque hay gente malita a la que no debemos molestar. El miedo a la bata del pediatra en los niños es normal, pero ¿qué podemos hacer?
A todas estas experiencias hay que sumar que el tratamiento que van a recibir como las vacunas, revisiones, auscultaciones… pueden ser dolorosos, incómodos, etc o que se encuentran mal y tienen dolores, es comprensible que más de uno se resista a ir al pediatra e incluso que lloren al enterarse que tienen que ir o que monten una «escenita» en la misma consulta del doctor.
¿Por qué tienen miedo los niños al pediatra?
Cuando llevamos a nuestro hijo al pediatra,tenemos que tener en cuenta que para ellos es una experiencia nueva, donde una persona extraña, vestida con una bata blanca y con unos instrumentos un tanto «raros» y fríos va a tocarles y examinarles. Esta situación en si ya produce inseguridad y miedo a lo desconocido en los más pequeños.
Además llevamos a los niños al pediatra cuando están malitos, les duele algo, les tienen que vacunar, etc. Con lo que no es raro que el niño relacione el médico con sentirse mal, con tener dolor y al igual que hacemos los adultos es normal que intenten evitar todas las situaciones que les hacen sufrir.
También puede ser que hayan vivido una experiencia mala, un pinchazo que le dolió mucho, un apretón en alguna parte del cuerpo que les molestó, no poder moverse a sus anchas… cada vez que el niño tiene que ir al pediatra recuerda esas experiencias y evita mediante las rabietas, enfados, gritos y lloros su disconformidad.
Existen otros factores como la falta de información por nuestra parte acerca de quién es el pediatra, para qué vamos y qué nos van a hacer, las bromas o amenazas que muchas veces utilizamos haciendo referencia a la figura del médico para conseguir que se comporten como queremos «si no te comes todo tendremos que ir al médico a que te pinchen» y la imaginación sin límites de los más pequeños, que en algunas ocasiones, puede generarles malas pasadas.
¿Cómo evitar el miedo a la bata blanca de los médicos?
Tenemos que tener claro que la reacción de los niños y el miedo al pediatra que sienten es completamente normal, los médicos imponen, por lo tanto, para poder ayudar a los más pequeños a reducir su ansiedad y su malestar en las visitas a los médicos debemos;
1. Normalizar la situación. Los niños no solo detectan las palabras, sino que también se dan cuenta de las actitudes y gestos que hacemos los adultos, sobre todo sus padres, si ante la visita del médico los padres mostramos ansiedad, nerviosismo o preocupación los niños se darán cuenta e imitarán nuestras emociones.
2. Dales información. Siempre adecuándola a la edad del niño. Avisarle el día de antes que van a ir al médico, explicarle quién es el médico, su nombre si lo conocéis para hacer más familiar la visita, que le van a hacer y responde todas sus dudas para tranquilizarlo.
3. Cambiar la imagen negativa del médico. Para ello es necesario destacar lo positivo explicándole que el médico es una persona que le ayudará a ponerse bueno, a que no le duela la garganta, le quitará el dolor, etc.
4. Felicítale por su buen comportamiento. Si al terminar la visita le elogiamos por su buen comportamiento estaremos promoviendo y motivándole para que la próxima vez que visite al doctor se porte de la misma manera.
Rocío Navarro. Psicóloga. Directora de Psicolari, psicología integral
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