La amistad es esencial para el desarrollo emocional y social de los niños. En la interacción con amigos, los niños aprenden habilidades sociales: cómo comunicarse, cooperar, solucionar problemas y tomar decisiones. El ser humano es un ser social por naturaleza. Esta interacción o relación de amistad surge a partir de los dos años de edad.
Esta etapa es un periodo esencial para que los niños aprendan a tener relaciones sociales sanas. Debemos dejarles crecer en este sentido. Desde la infancia hasta la edad adulta, la amistad es uno de los aspectos más importantes de la vida.
A partir de los 6 o 7 años de edad, los niños experimentan lo que es una relación especial, es lo que se conoce como mejor amigo, que tiene numerosas ventajas y algunos inconvientes cuando esta relación es cerrada en exceso.
Beneficios de tener amigos
Estudios científicos demuestran que quienes tienen relación con personas con las que compartir gustos, aficiones y pensamientos gozan de una capacidad intelectual y un desarrollo cognitivo muy superior a aquellos que han crecido en condiciones de soledad y mayor aislamiento. Mediante la amistad los niños:
– Aprenden a compartir.
– Aprenden a controlar su carácter y ser más comprensivos.
– Son más seguros y extrovertidos.
– Practican el cooperativismo.
– Tienen la voluntad de conseguir objetivos colectivos y resolver conflictos entre individuos.
¿Por qué los niños deben tener amigos?
Los amigos son vitales para el desarrollo sano de los niños. A través de la interacción con los amigos experimentarán miedo, enojo y rechazo, y aprenderán a ganar, perder y a llegar a entender lo que es apropiado y lo que no. Adquirirán conocimientos sobre el posicionamiento social y las clases de poder. Los niños aprenderán que diferentes situaciones requieren comportamientos distintos, y llegarán a diferenciar a las personas y los diferentes puntos de vista que estas tienen.
Los amigos fomentan el compañerismo. Los niños aprenden que son similares a otros niños pero que cada uno tiene sus particularidades. La amistad y el hecho de formar parte en un grupo, mejora la autoestima de los pequeños. El encuentro de consuelo y apoyo que proporcionan los amigos les ayudará a hacer frente a los momentos difíciles, como un cambio de escuela, la separación de los padres o los momentos de transición hacia la adolescencia.
Fomenta la amistad entre los niños
– Enseña lo que representa la amistad. Los niños deben aprender que un buen amigo puede ser para siempre, y que para eso es necesario cuidar la amistad día tras día.
– Ayuda a desarrollar la empatía. Fomenta esta capacidad hablando de situaciones diferentes. Por ejemplo, ayúdale a expresar sus sentimientos y opiniones con respecto a todo lo que les rodea.
– Ayuda a tu hijo a dedicar tiempo a hacer amigos. Por ejemplo, invítale a traer compañeros de clase a casa o queda con otras familias con niños de edad similar.
– Enseña a solucionar conflictos. Si tu hijo tiene algún problema con un amigo, fomenta que hable con él o ella para así poder buscar soluciones y obtener la capacidad de resolver situaciones similares por sí mismo en casos futuros.
– Alienta a los niños a manifestar el apoyo y el reconocimiento por los demás. Busca oportunidades para que los niños participen en actividades de cooperación y solución de problemas. Haz que los niños trabajen en proyectos juntos o jueguen a juegos que requieran de la cooperación.
Noelia de Santiago Monteserín
También te puede interesar:
– Qué ocurre si tu hijo es introvertido
– El desarrollo emocional de los niños