Renovar los zapatos a los niños es algo que los padres debemos hacer frecuentemente debido al rápido crecimiento nuestros, y en ocasiones, los dejan casi nuevos. Sin embargo, a la hora de comprar los zapatos de los niños o bebés, o darles un nuevo uso debemos tener en cuenta una serie de consideraciones importantes. De manera que ¡nada de tallas grandes o de heredar zapatos!
Dudas frecuentes de los padres sobre los zapatos de los niños
Desde Garvalin, marca especializada en calzado infantil, nos resuelven las siguientes dudas:
– ¿Qué características deben cumplir los zapatos para niños tan pequeños?
Los pies que crecen requieren un calzado adecuado a la función desempeñada en estas etapas fundamentales para el crecimiento, que respete el movimiento y, al mismo tiempo, permita el correcto desarrollo del sistema músculo-esquelético del niño. Ha de ser, por tanto, un calzado específico, realizado en piel natural y con la flexibilidad, transpirabilidad y ligereza adecuadas.
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– ¿Es bueno que hereden calzado de sus hermanos más mayores u otros niños?
Cada pie tiene una morfología única, una manera pisar, un desarrollo distinto… por tanto, cada zapato deberá adecuarse a cada pie. Es un momento decisivo y no es aconsejable escatimar en buena calidad y marcas con experiencia.
– ¿Cómo afecta a su salud un calzado mal elegido?
En los primeros años es cuando el organismo del niño modifica de manera más drástica sus patrones de movimiento. Por lo tanto, un calzado mal elegido, demasiado blando o excesivamente rígido podría afectar negativamente en el desarrollo muscular y generar futuros problemas en el organismo y la marcha. Una piel no natural o materiales sintéticos utilizados en el montaje del calzado o relieves internos, podrán producir alergias y rozaduras.
– ¿Cómo pueden los padres asegurarse de que el calzado de su hijo es cómodo?
Un calzado cómodo debe permitir el movimiento natural, optimizar el correcto desarrollo. Habrá de proteger los dedos y mantener una holgura con respecto al pie. Lo mejor es acudir a establecimientos especializados y adquirir productos de marcas con experiencia en las etapas del crecimiento y de la función del calzado en los diversos momentos del desarrollo.
– ¿Qué tipo de zapatos se deben rechazar?
En cuanto a características globales, se debe rechazar un zapato excesivamente rígido o demasiado blando. Los refuerzos no han de oprimir el pie. La piel exterior y el forro habrán de ser naturales para que el pie transpire normalmente y el peso total del zapato no habrá de superar la media adecuada.
La numeración adquirida no debe ser superior a la del tamaño del pie.
Cristina Murcia
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