A través de los dibujos de los niños podemos atisbar algunos rasgos de su personalidad o situaciones emocionales que atraviesan en ese preciso momento, siempre teniendo en cuenta que no son definitivos y que la interpretación de los dibujos de los niños no se puede hacer de una manera aislada, sino como parte de un conjunto más amplio de datos.
Debemos tener en cuenta que los datos que obtenemos a través del dibujo infantil nos ayudan a descubrir la existencia de problemas, pero no nos dan las claves sobre el contenido de los mismos. Por eso, se aconseja mucha prudencia en la observación de éstos y ante la duda, si además de los dibujos hay otra sintomatología, acudir siempre a un profesional.
6 claves para la interpretación de los dibujos de los niños
Cada niño es diferente aunque se encuentre en la misma etapa evolutiva que el resto: tiene vivencias propias, entorno específico, un grado de madurez concreto, etc. Por esta razón, la lectura de los dibujos no se puede realizar al margen de una serie de aspectos importantes que son todos aquellos referidos a la vida del niño. Para interpretarlos se pueden tener en cuenta varios aspectos.
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1. El tamaño del dibujo de los niños
Teniendo en cuenta el folio, si lo partimos en tres obtendremos el dato de si es grande o pequeño, según las partes que ocupe del papel.
– Los niños que «ocupan» o utilizan muy poco papel suelen ser inseguros, con sentimientos de autoinsatisfacción. Por lo general, responden de forma autocontrolada a las presiones ambientales.
Los dibujos grandotes (superior a dos tercios del papel) corresponden a niños vanidosos, con bastante imaginación, que responden de forma agresiva y/o expansiva a las presiones ambientales.
– La figura de referencia normalmente aparece en primer lugar; sin embargo, puede ser otro personaje cuando aparezca en él más detalles y cuidado en su dibujo o con un tamaño singularmente más grande que los demás personajes.
– Cuando se dibuja a un hermano mucho más pequeño y con menos detalles que a los demás, puede indicar desvalorización.
– Un detalle significativo si aparece de forma destacada son las orejas: cuando el niño les da mucha importancia, dibujándolas detalladamente o de gran tamaño, indicaría que le preocupa lo que los demás piensen o hablen de él.
– Cuando el tamaño del dibujo es pequeño en general, no supera una cuarta parte del folio disponible, puede significar o bien que presenta sentimientos de inadecuación, o una autoimagen insuficiente, con sentimientos de inferioridad o bien cierto retraimiento.
2. El emplazamiento de los personajes en el dibujo del niño
La clasificación se hace en relación al eje vertical del papel.
– Los niños que «coloquen sus personajes» el la parte superior son los que tienen fantasía, espiritualidad, es el «mundo de las ideas», que se plantean metas inalcanzables o que sienten que realizan un gran esfuerzo.
– Los que los colocan en la parte inferior izquierda del folio son los niños que se apoyan en la realidad, son más concretos, buscan lo firme y sólido. Al mismo tiempo, es más propio de niños con tendencia a la introversión y de comportamiento impulsivo. Puede reflejar también propensión a mirar hacia atrás en los sucesos de la vida.
– Ojo con los que sus representaciones parece que acaban en la mesa porque el papel se les ha quedado escaso por la parte inferior, pueden tener sentimientos depresivos.
– Los que ocupan la parte central son los niños más afectivos, que utilizan la «zona corazón del papel»; también implica seguridad.
– En la parte derecha indica extroversión y que mira hacia el futuro.
– La proximidad de unos personajes a otros puede indicar la percepción de cierta relación especial entre esos personajes a juicio del niño. Por ejemplo: si dibuja a un hermano entre los dos padres, puede ser que percibe cierto favoritismo hacia él. Si se hubiera dibujado a sí mismo entre sus dos padres, lo que indicaría es que busca la protección y apoyo de ellos.
En ocasiones, aunque no de forma llamativa, en los dibujos de los niños se observan dos estratos o niveles de situación en los personajes de la familia: la existencia de estratos suele deberse a que existen problemas de comunicación en la familia. Si los personajes están muy separados entre sí, denota que percibe falta de comunicación entre ellos. Si cada personaje ocupa una esquina del papel entendemos que hay incomunicación; los miembros de la familia no comparten nada, ni se observa ningún tipo de interacción o diálogo.
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3. El orden de aparición de los personajes en el dibujo del niño
– El niño dibuja primero a la persona que considera más importante. De este modo, el personaje que el niño dibuja en primer lugar indica que es al que más admira, envidia o teme.
– Cuando se dibuja a sí mismo, dependiendo de la edad, puede indicar un excesivo grado de egocentrismo, que debe superarse en los primeros estadíos de la niñez.
– Respecto al personaje dibujado en último lugar es significativo cuando se trata de sí mismo, pues implica un alto grado de desvalorización hacia sí. Si es su madre o su padre indica desvalorización hacia él o ella.
4. Supresión de algún elemento de la familia
– Suprimir a alguien es el mayor grado de desvalorización posible hacia esa persona. Cuando el niño suprime a algún miembro de su familia, indica que tiene un conflicto con ese personaje, que «evita» no plasmándolo en su dibujo.
– A una conclusión similar se puede llegar cuando suprime su rostro, por ejemplo, dibujándolo de espaldas, sombreándolo o tapándolo de alguna manera.
– Otro elemento cuya supresión es importante son las manos, que en los dibujos de los niños representan el órgano del cariño. Por ello, si las suprime manifiesta que encuentra dificultades en su relación con la familia y entorno.
5. Presión ejercida y tipo de trazo en los dibujos de los niños
– Cuando la presión ejercida por el trazo es fuerte indica tensión que puede ser en relación con algunos o todos los personajes del dibujo, según donde aparezca. Se entiende que hay presión cuando al borrar no desaparecería totalmente el trazo, o si se marca el trazado en un folio situado debajo de aquel en el que dibuja.
– Si el trazo es más bien corto, es propio de personas impulsivas.
– Si por el contrario es un trazo largo, responde a niños con autocontrol de su conducta.
6. Borraduras en los dibujos de los niños
– Las borraduras en los niños suelen ser indicador de conflictos emocionales.
– También el borrar es propio de niños y niñas con auto-insatisfacción e inseguridad o cierto afán de perfeccionismo.
– Si se observa sombreado intenso, indicaría la existencia de algún tipo de conflicto emocional (angustia, ansiedad, etc.).
– Las borraduras continuas son una llamada a examinar nuestra forma de actuar como educadores, no queremos hijos perfectos sino felices y con un desarrollo óptimo de su personalidad. Detrás del uso frecuente de la goma hay indicios de excesivo perfeccionismo por parte del niño o una gran inseguridad. Estos factores guardan estrecha relación con el tipo de padres (padres punitivos-hijos inseguros).
Jorge Bodes
Asesora: Macu Lluch Baixauli. Directora del Centro de asesoramiento Educativo Integral
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