La asertividad ha sido definida por los expertos como «la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás». La persona asertiva conoce sus propios derechos, los defiende, respeta a los demás, y no piensa sólo en ganar en una disputa o conflicto, sino en conseguir acuerdos beneficiosos para ambas partes.
En la sociedad actual, los adultos frecuentemente nos vemos inmersos en situaciones de competitividad, rivalidades y tensiones interpersonales que nos obligan a poner en juego, cada vez más, las técnicas de resolución de conflictos y comunicación positiva que conocemos a través de la experiencia, de nuestras lecturas o de cursos que hayamos podido hacer.
También contamos con un bagaje de habilidades personales y sociales que son fruto de las experiencias y mensajes que en su día nos transmitieron los mayores que nos rodeaban. Ahora somos nosotros quienes tenemos la responsabilidad de guiar a los más pequeños en su desarrollo social, y educarlos según los patrones de conducta interpersonal más adecuados. Entre ellos está el de ser asertivos.
Características de una persona asertiva
La asertividad va unida a una sana autoestima y se aprende con la práctica, no es innata. Para desarrollarla debemos reconocer las características de una persona asertiva:
1. La persona asertiva sabe decir «NO» o mostrar su postura hacia algo:
– Manifestando, sin sentirse mal por ello, su propia postura ante un tema, petición, demanda.
– Expresando un razonamiento para explicar y/o justificar su postura, sentimientos, petición.
– Expresando comprensión hacia las posturas, sentimientos y demandas del otro.
2. Sabe reaccionar ante un ataque:
– Expresando sus opiniones con serenidad y firmeza.
– Pidiendo aclaraciones si hay algo que no tiene claro.
3. Sabe pedir favores cuando es necesario y expresar sentimientos:
– Expresa gratitud, afecto, admiración…
– Expresa insatisfacción, dolor, desconcierto…
Beneficios de ser una persona asertiva
1. Una persona tiene una conducta asertiva cuando defiende sus propios intereses, expresa sus opiniones libremente y no permite que los demás le manipulen. Por su parte, es considerada con la forma de pensar y de sentir de los demás.
2. La ventaja de ser asertivo es que puede obtenerse lo que se desea sin ocasionar trastornos a los demás. Siendo asertivo se puede actuar a favor de los propios intereses sin sentirse culpable o equivocado por ello; dejan de ser necesarios la docilidad extrema, el ataque verbal o el reproche, formas inadecuadas de actuación que crean dolor y estrés.
Por el contrario, las conductas interpersonales opuestas a la asertividad son:
1. La conducta agresiva: este tipo de conducta fomenta la pelea, la acusación y la amenaza, agredir a los demás sin tener en cuenta sus sentimientos. La ventaja de esta clase de conducta es que la gente no se atreve a enfrentarse a la persona agresiva, la desventaja es que no quieren tenerla cerca.
2. La conducta pasiva: una persona despliega conducta pasiva cuando permite que los demás se aprovechen de ella, cuando no defiende sus intereses y cuando hace todo lo que le dicen sin importar lo que piense o sienta al respecto. La ventaja de comportarse como una persona pasiva es que raramente se recibe un rechazo directo por parte de los demás; la desventaja es que la persona se siente manipulada y acaba por acumular una pesada carga de resentimiento y de irritación.
Hay que tener claro y transmitir el hecho de que tanto el estilo de conducta agresivo como el pasivo, generalmente no sirven para lograr lo que se desea.
Ana Barrantes. Autora del blog Neuropsicología y Aprendizaje
Para saber más:
Neuropsicología y Aprendizaje Blog: Yo no me explico, tú no me entiendes
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