Los bebés y los niños aprenden muchas cosas por imitación y en el caso del desarrollo del lenguaje ocurre lo mismo. Para que un niño aprenda a hablar es necesario que posea una buena audición que le permita discriminar los diferentes sonidos. Con estos juegos y actividades podrás estimular la audición de tu hijo para que pueda empezar a hablar.
El entrenamiento auditivo del bebé es vital y comienza con el descubrimiento de «ruidos naturales», que enseñan a tu hijo a apreciar diversas cualidades sonoras. Por tanto, si considaramos lenguaje oral como el elemento activo y a la audición como el elemento pasivo, para conseguir que tu hijo aprenda a hablar pronunciando apropiadamente las palabras es fundamental una audición correcta que podemos estimular a través de juegos según su edad.
Es importante recalcar que la audición es más responsable para el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje de la lecto-escritura que la visión, pues una buena discriminación auditiva lleva a un correcto desarrollo del lenguaje.
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La estimulación de la audición en los niños
En los primeros meses:
– Anima a tu hijo a buscar de dónde viene el sonido con juguetes musicales y después intenta que relacione el ruido con el movimiento.
– Háblale desde diferentes sitios, susúrrale al oído y cántale canciones infantiles.
– Ponle música variada.
– Cambia el tono de voz.
– Muéstrale libros con grandes ilustraciones, nombrando los objetos mientras se los señalas.
De 1 a 6 años:
– Repite canciones o poemas que rimen, por ejemplo: «Aserrín, aserrán los maderos de San Juan…»
– Inventa palabras que rimen: «¿Cuántas palabras puedes encontrar que rimen con la palabra gato?»
– Habla con él sobre los primeros sonidos de palabras conocidas, por ejemplo: «¿Qué sonido escuchas al inicio de tu nombre?», «¿Conoces alguna otra palabra que comience con el mismo sonido?».
– Diseña un libro con fotografías de todos los miembros de la familia y busca imágenes de objetos que comiencen con la misma letra de cada nombre
De 2 a 4 años:
– Describe las acciones que realiza el protagonista de un cuento.
– Llena frascos de cristal con diferentes materiales para apreciar las diferencias sonoras al moverlos.
De 4 a 6 años:
– Lee con él cuentos y formula preguntas sencillas.
– Juega a identificar sonidos producidos por el cuerpo (palmadas, saltos y otros) y a nombrar objetos según una característica dada, por ejemplo: «Dime algo que sea azul».
Ejercicios fonoarticulatorios para practicar con tu bebé
En casa podemos hacer con el niño ejercicios con la boca, también conocidos como fonoarticulatorios. Por ejemplo:
– Dar muchos besos, le obligamos a utilizar la musculatura de los labios.
– Llenar globos de aire para que también utilice el aparato respiratorio.
– Jugar a sacar la lengua mucho, intentando tocarse la nariz es buen ejercicio para los niños con dificultad en pronunciar la «r». Moverla hacia todos los lados.
– En la calle imitar sonidos, como por ejemplo, que imite el sonido de la moto «run, run, run».
– Para practicar con la «g» decirle que ponga la manita en el cuello y haga el sonido de la «g»; comprobará como se le mueve el cuello, «gu, gu, gu».
En resumen, hacer juegos con la lengua, los labios y la cara para estimular todos los músculos que intervienen en el habla.
Álvaro García
Asesoramiento: Marisol Ramos. Psicóloga Clínica y Logopeda. Centro Médico Valdavia
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