El aburrimiento es un momento de espera que los padres no debemos solventar inmediatamente. Al contrario, es bueno dejar que los niños se aburran para que aprendan a disfrutar de esos momentos que, a la larga, pueden ser muy constructivos, por eso hablamos del aburrimiento positivo de los niños. Además salir del aburrimiento es una capacidad innata para los niños y muchos confunden el aburrimiento con la tristeza.
Causas del aburrimiento infantil
A pesar de tener la habitación llena de juguetes, muchos niños no saben qué hacer, no saben cómo pasar sus ratos libres, a qué jugar ni con quién. Por eso, es importante que los padres entendamos por qué se aburre nuestro hijo, que no tiene nada que ver con que tenga los últimos juguetes ni con que tenga muchos amiguitos.
Los padres debemos estar atentos cuando el aburrimiento es la tónica habitual de nuestro hijo. En ocasiones, el aburrimiento puede ser la punta del iceberg de un comportamiento depresivo. Los niños que no saben jugar y que se quejan constantemente de su aburrimiento puede que tengan algún problema y conviene consultar con un profesional. Distinto es que esa conducta aburrida haya aparecido de manera repentina y, entonces, conviene buscar las causas.
La gestión del tiempo y el aburrimiento de los niños
A veces, los niños no saben gestionar su tiempo. Es normal, son niños. Y en ocasiones, aunque tengan toda clase de juguetes, permanecen insatisfechos, con ganas de más, y dicen «mamá, me aburro«, sin darse cuenta tanto los padres como los hijos de que lo que realmente necesitan es jugar juntos. Cristina Gil Gil, profesora desde hace veinte años y autora del libro La profe responde, explica en su libro que «el juego incluye varios aspectos: placer, alegría, diversión, acción y aprendizaje.» Y continúa, «cuando los niños son pequeños, aprenden básicamente mediante imitación y ensayo-error, es decir, aprenden jugando a imitar lo que les rodea y en esa imitación entra el ensayo-error. Observan, imitan y repiten. Es decir, aprenden.»
Los distintos juegos en función de la edad de los niños
Es muy importante escoger bien los juegos y juguetes en cada etapa del desarrollo evolutivo del niño. Así favorecemos su entretenimiento, su desarrollo cognitivo, su libertad y su felicidad.
– Durante el primer año su juego es espontáneo.
– A partir de los 2 años aparece el juego simbólico, en el que imitarán todo lo que ven. Es excepcional para desarrollar su fantasía e imaginación. Este juego simbólico se mantendrá hasta los 8 o 9 años.
– Sobre los 4 o 5 años -continuando el juego simbólico- aparecen las diferencias entre sexos. Los adultos no debemos fomentar esa diferenciación, no supone nada que un niño juegue con muñecas o una niña al fútbol.
– A los 5 o 6 años aparece el juego reglado. Ya son capaces de jugar bajo unas reglas, y con esto aprenden a perder.
La excepcionalidad de los regalos para los niños
En ocasiones, creemos que cualquier momento es bueno para hacer un regalo a alguien que queremos, pero cuando tratamos con niños esto no debería ser así. Precisamente porque están en una etapa de aprendizaje continuo, si colmamos a nuestros hijos de regalos, convertiremos en cotidiano lo excepcional de un regalo, y por lo tanto dejarán de valorarlo. Hay que procurar evitar regalar en exceso, reprimirnos y no dejarnos llevar en situaciones como cumpleaños, Navidad, buenas notas, nacimiento de hermanitos*
«Debemos educar a nuestros hijos en la austeridad, la sobriedad y en el valor de las cosas», explica Gil Gil, «¿sabéis cuál es el mejor juguete del mundo? El mejor juego, el más divertido, el que todos los niños desean, único y exclusivo para cada uno* ¡Vosotros los padres!».
Ten en cuenta que:
– Jugar con nuestros hijos crea vínculos y es una excelente oportunidad educativa.
– Colmar a un niño de regalos implica robarle la capacidad de sorprenderse.
– El mejor regalo es estar con ellos
Sara Pérez
Asesoramiento: Cristina Gil Gil, maestra y autora del libro La profe responde. Consejos para las inquietudes educativas de los padres.
Te puede interesar:
– Remedios contra el aburrimiento de los niños en vacaciones
– ‘Mamá: me aburro’. El aburrimiento, el primer paso hacia la creatividad