No hablar ni confiar en desconocidos es una de las primeras que los niños deben aprender al ganar autonomía. Sin embargo, hay situaciones en las que los más pequeños de la casa deben tratar con nuevas personas, en un primer momento, como por ejemplo el profesor de su escuela, un amigo de los padres o un monitor de campamento de verano. En estas situaciones también hay que enseñar valores tan importantes como el respeto y buena educación.
Eso sí, también hay que dejar muy claro a los niños las situaciones en las que tienen que relacionarse con estos «desconocidos» y aconsejarles que bajo ningún concepto deben confiar en extraños.
Educación y buenas formas
El primer día de colegio, el inicio de un campamento, la visita a una casa que no conoce. Todas estas situaciones supone la entrada en contacto con desconocidos «confiables». En estas situaciones, los niños deben actuar con total educación y con el máximo respeto que se merece. Estos son algunos consejos para estos momentos:
– Saber respetar la autoridad. Los niños deben aceptar que hay ciertos límites que deben cumplir y uno de ellos es el respeto a la autoridad. En el caso de los profesores y monitores de campamentos, ha de quedar claro que son ellos los que mandan y que sus normas deben acatarse. En otros casos como la visita a una casa desconocida, el menor ha de entender que no es su hogar y que por tanto no debe perturbar el orden que hay establecido en este entorno.
– Utilizar el «usted». La forma correcta de dirigirse a una persona que se acaba de conocer, en el caso de los adultos, es hablar de usted. Profesores y otras personas con las que se interactúe en el proceso de educación deben recibir este trato por parte de los niños.
– No interrumpir si no es motivo de urgencia. La búsqueda de protagonismo en este nuevo entorno puede llevar al niño a intervenir cuando no le toca e interrumpir conversaciones en las que no participe. Los más pequeños deben respetar el turno de palabra y si quieren integrarse en estas charlas, hacerlo sin alterar el orden de las mismas.
– Responder cuando se le pregunte. Si el profesor, o el padre de un amigo en casa ajena pregunta algo al niño, este debe responder con toda la educación posible y sin andarse por las ramas.
Desconfianza en extraños
Como se ha dicho, hay situaciones en la que la confianza en personas desconocidas responde a situaciones como por ejemplo conocer a un profesor en el primer día de colegio o al padre de un amigo al ir a jugar a su casa. Pero habitualmente, los más pequeños deben saber mantener las distancias con extraños. Estos son algunos consejos para educar a tus hijos en este sentido:
– Advertir, pese al riesgo de producir al niño alguna angustia, de los peligros que puede encontrar en la calle y explicarle cómo debe evitarlos.
– No se trata de infundir en el niño una desconfianza plena hacia toda persona, sino de hacerle comprender que existen gente mala que se esconden entre la buena.
– El dramatismo que mostremos en nuestras advertencias debe ser siempre proporcionado a la sensibilidad del niño, no hay que provocarle angustias y temores innecesarios.
– Dejar claro que en caso de apuro, no tiene que dirigirse a cualquier persona, sino a un policía o entrar en una tienda a pedir ayuda.
– Hay situaciones en las que un extraño se puede acercar a hablar con el niño y darle su propio nombre, para de esta manera, dar a entender que ya «no es un desconocido». Hay que dejar claro que esta situación no exime de los riesgos e insistir en que, aunque alguien le diga cómo se llama o incluso afirme que conoce a los padres, no debe hablar con él ni acercarse.
Damián Montero
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