Hay situaciones que no se pueden prever. Determinadas circunstancias pueden sorprender para mal a los padres, desde un resfriado inesperado hasta el extravío de un hijo en un centro comercial o durante una tarde en el parque. Un breve despiste de los mayores basta para que los más pequeños encuentren una ruta que no saben trazar al revés, quedando en paradero desconocido.
Si bien esta situación pone el corazón de los padres en un puño, es imprescindible mantener la calma durante estos momentos. Saber cómo proceder en estos momentos puede hacer que este problema se resuelva pronto al dar cada paso correcto. Por ello, desde Kid Power, organismo dedicado a la seguridad de los más pequeños, se dan unas pautas a seguir para aquellos que se vean en estas circunstancias.
Mi hijo se ha perdido: cómo prevenir situaciones de riesgo
Lo mejor para evitar estas situaciones es prevenir en las que mayor riesgo de extravío presenten. Un ejemplo es la visita a un museo concurrido o a una playa repleta de personas en donde no sea difícil perder la referencia simplemente apartando la vista. En estos casos nada mejor que recordar un plan de acción con el fin de que el niño sepa comportarse de manera correcta.
Estas son algunas ideas que deben hacerse asimilar al niño en estas situaciones, para que en caso de perderse, poder actuar de forma correcta:
– No seguir caminando, el niño debe tener claro que seguir andando por un lugar que no conoce puede suponer que se extravíe todavía más.
– Buscar un lugar cercano en el que estar a salvo y poder esperar a sus padres.
– Pedir ayuda a las autoridades, es bueno que el niño sepa reconocer figuras como los guardias en museos, o un guardacostas en la playa. A estas personas son las que debe acudir.
– No dar datos a desconocidos. En todo caso, debe buscar figuras que le transmitan seguridad como otras familias a las que explicar su situación.
Qué deben hacer los padres cuando se pierde un niño
Por supuesto, los hijos no son los únicos que deben seguir un plan en estas situaciones. Los padres también tendrán que tener en cuenta unos puntos básicos a la hora de encontrar a un niño extraviado:
– Dividirse las tareas. Un padre puede ponerse en contacto con las autoridades del lugar, como antes se dijo punto de información del museo o vigilantes en la plata, mientras que el otro busca al hijo en el lugar.
– Facilitar datos para localizarlo. Los padres deberán indicar a estas autoridades cómo iba vestido su hijo y cualquier otro dato que facilite su localización, no es mala idea enseñar una de las fotos que se tengan en el móvil.
– Si el niño tiene un smartphone, hay aplicaciones que se pueden instalar para su rápida localización a través del móvil paterno.
– En el caso de que se pierdan en un parque o en la calle, uno de los padres ha de mantenerse en el mismo lugar para que en caso de que el niño rehaga sus pasos, pueda encontrar uno de sus progenitores. El otro debe actuar buscándolo entre la multitud.
– Una vez que se produzca el reencuentro, los padres no deben responder con una bronca. Serenamente deben mostrar alegría por que el problema se haya solucionado y cuando la situación se solucione, explicar de forma pausada que deben extremar las precauciones la próxima vez.
Damián Montero
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