Desde finales del S.XX las nuevas tecnologías se han convertido en una herramienta indispensable en nuestro día a día. Desde el ordenador en el que los más pequeños hacen sus trabajos escolares, hasta los smartphones que nos permiten estar comunicados en todo momento e incluso aclarar dudas puntuales gracias a su acceso a internet en todo momento.
En definitiva, las pantallas se han convertido en un compañero indispensable en la actualidad. Sin embargo, también conllevan una responsabilidad ya que pueden derivar en una excesiva dependencia que haga que sus dueños no le brinden la atención necesaria a otros menesteres. Por ello, a los padres les toca enseñar a sus hijos cómo usar estos dispositivos.
¿Cuándo permitirles acceder?
A las nuevas generaciones se les llama nativos digitales por el hecho de que se desarrollan entre pantallas. Sin embargo, ¿a partir de qué edad se les debe permitir acceder a estas tecnologías? Desde el Gabinete de Psicología y Pedagogía Cemi se brindan los siguientes consejos:
– Menores de dos años. No se recomienda que sean expuestos a ningún tipo de pantalla ya que el niño se encuentra en una etapa fundamental para su desarrollo cerebral. Las actividades principales deben orientarse hacia el juego y a la experimentación con objetos físicos.
– Entre dos y siete años. No se recomienda una exposición de los niños más allá de l o 2 horas. Tampoco se aconseja el uso de las tecnologías salvo en actividades educativas y que sean supervisadas por adultos. No se debe caer en el error de recurrir a estos dispositivos para evitar el aburrimiento o calmar rabietas.
– Entre siete y doce años. El máximo de exposición a las pantallas no debe superar las 2 horas diarias en total. Se aconseja un control parental tanto en presencia para revisar los contenidos como instalando aplicaciones para asegurar una navegación segura en el mundo online.
– A partir de los 13 años. El tiempo máximo de exposición debe ser de 3 horas diarias y debe asegurarse la supervisión y control del contenido que consumen los hijos. Los padres deben seguir participando en actividades que se posicionen como alternativas a los dispositivos móviles.
La importancia de las normas
Del mismo modo los más pequeños de la casa deben asegurar una serie de normas que sirven de guía para que los niños aprendan a usar de manera responsable las nuevas tecnologías:
– Normas claras para favorecer su auto control. Los padres deben dejar claro que si no se cumplen estar normas, los hijos no podrán utilizar las nuevas tecnologías. Las obligaciones deben cumplirse antes del uso de las tecnologías.
– Uso moderado. Los tiempos de uso diario antes explicados deben ser de obligado cumplimiento.
– No deben usarse en los tiempos de espera. El aburrimiento debe formar parte del día a día de los más pequeños con el fin de estimular su creatividad. Recurrir a las nuevas tecnologías en todo momento no es recomendable para evitar la dependencia.
– Restringir su uso antes de ir a dormir. Los estímulos de las nuevas tecnologías no son recomendables antes de ir a descansar ya que sobreexcitarían su cerebro.
– La familia por encima de todo. Las actividades en familia deben presentarse como la primera opción en el hogar para estrechar vínculos y demostrar a los más pequeños que existen alternativas muy divertidas por delante de las pantallas.
Damián Montero
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