No hay nada como enfrentarse a la ilusión de destapar el papel de regalo y ver si sus mágicas majestades han cumplido con la lista que se les ha hecho llegar. Juguetes, bicicletas, libros… estos han sido varios de los regalos que tradicionalmente han aparecido en los hogares de los niños. Pero la llegada de las nuevas tecnologías han alterado las reglas de la Navidad.
Tal y como indica el estudio Screen Pollution: Las pantallas y los niños en Navidad, elaborado por Multiópticas, demuestra que los hogares españolas apostarán por el móvil como regalo en estas fechas. Una situación que en muchas ocasiones se realiza sin saber los posibles efectos que tendrá en los más pequeños la presencia temprana de estos dispositivos.
Móviles antes de los 4 años
El primer dato que destaca de este trabajo es que el smartphone llega a los más pequeños, en forma de regalo navideño, a edades cada vez más tempranas. Tres de cada diez menores ya recibieron su primera pantalla antes de los cuatro años. A medida que crecen, su acceso a las tecnologías es mayor y a los seis años este porcentaje crece hasta el 54%.
El porcentaje sigue creciendo conforme a la edad y a los ocho años, un 61% ya posee su dispositivo con pantalla, un 77% a los diez y ya alcanzados los doce un 93%. Regalos que esta Navidad se traducirán un gasto medio del 112 euros. También destaca el hecho de que si bien los padres realizan este regalo tecnológico, la gran mayoría apostaría por la limitación de su uso.
El 93% se muestra conforme a imponer límites al consumo de pantallas por parte de sus hijos, haciendo de la supervisión del uso de estos dispositivos la principal medida para tener éxito. Limitar los contenidos a los que pueden acceder o la obligatoria presencia paterna a la hora de utilizar estas tecnologías son algunos de los medios para poder asegurar esta vigilancia.
Efectos del abuso del móvil
Los responsables de este informe también ofrecen datos sobre el consumo tecnológico de los más pequeños: tres horas de media son las que pasan los niños delante de una pantalla y uno de cada tres recibieron su primer dispositivo antes de los tres años. Sin embargo solo el 32% asegura no contar con la luz apropiada para usar estos productos ni ajustar el brillo.
El 41% no cuenta con la postura ni mantiene la distancia de seguridad con la pantalla del dispositivo. También destaca que el 70% no se toma un descanso de media hora después de mirar la pantalla y el 60% no se acuerda de parpadear mientras usa estas tecnologías. Por último, seis de cada diez reconoce que el uso de su smartphone ha afectado a su concentración.
Ante esta situación se recomienda crear un plan de uso digital adaptado a las características de cada miembro de la familia. El fin es el de limitar el consumo del móvil en momentos, como por ejemplo, las reuniones familiares. Los padres también deben asegurarse de añadir filtros, en especial si sus hijos llevan gafas graduadas, y enseñarles a tomarse descansos cortos después de su consumo de pantallas.
Damián Montero
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