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Motivos científicos por los que limitar el uso de smartphones en niños

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El abuso de las nuevas tecnologías tiene importantes consecuencias.

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El smartphone se ha convertido en uno de los instrumentos más utilizados en los últimos tiempos. Los móviles con conexión a internet han pasado a ser motivo de discusión en muchas familias dado el abuso que realizan muchos jóvenes de estos terminales. Pero no hay que ceder a la hora de limitar estos aparatos en niños y adolescentes ya que su uso excesivo puede tener consecuencias negativas.

Desde la Asociación Americana de Pediatría se ofrece un decálogo con las consecuencias de abusar de los smartphones y que aconsejan a los padres limitar el uso de estos terminales en sus hijos. Efectos que abarcan desde una mayor probabilidad de desarrollar obesidad por el sedentarismo que trae consigo el uso de estos aparatos, hasta alteraciones en el sueño.

Motivos para limitar su uso

Como ya se ha dicho, desde la Asociación Americana de Pediatría se señalan estos motivos para limitar el uso de smartphones en niños:

– Desarrollo cerebral de los niños. La presencia excesiva se asocia con una presencia de déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje. También es frecuente que aumente la impulsividad del niño y la falta de autocontrol en los pequeños

– Retraso en el desarrollo del niño. El abuso de las tecnologías puede limitar las capacidades cognitivas del niño, y consecuentemente el rendimiento académico, la alfabetización, la atención y capacidades.

– Obesidad infantil. Estar pegado a la pantalla se traduce en sedentarismo, lo que implica más casos de obesidad que deriva en problemas de salud diabetes, vasculares y cardíacos.

– Alteraciones del sueño infantil. Muchos niños y adolescentes siguen usando sus móviles en sus habitaciones, lo que provoca una mayor dificultad a la hora de conciliar el sueño. Un mal descanso afecta negativamente al rendimiento académico.

– Enfermedades mentales. El abuso de las nuevas tecnologías está relacionado con el aumentando las tasas de depresión y ansiedad infantil, trastornos de vinculación, déficit de atención, trastorno bipolar, psicosis y otros problemas de conducta.

– Conductas agresivas en la infancia. A través de las nuevas tecnologías, los niños se exponen a contenidos violentos y agresivos que pueden alterar su conducta. Además, la dependencia de estos dispositivos hace más probable que aparezcan peleas cuando los padres exijan a los menores que dejen de usar estos dispositivos.

– Falta o déficit de atención. La dependencia de las nuevas tecnologías se relaciona con el déficit de atención. La concentración y la memoria de los niños se reduce.

– Adicción infantil. En la actualidad 1 de cada 11 niños de entre 8 y 18 años son adictos a las nuevas tecnologías.

– Exposición a la radiación. La, Organización Mundial de la Salud, OMS, clasifica los smartphones como un riesgo por su emisión de radiación. Los niños son más sensibles a esta exposición y existe el riesgo de contraer enfermedades como el cáncer.

– Sobreexposición. La constante y sobreexposición de los niños a la tecnología les hacen vulnerables, explotables y expuestos a los abusos.



Reducir su uso

Viendo estos efectos negativos se hace evidente que los padres deben limitar el uso de los smarphones en sus hijos a lo necesario. Estos son algunos consejos para conseguirlo:

1. Responsabilidad tecnológica. Si el niño recibe un smartphone, debe aceptar una serie de normas para un uso responsable. Si las infringe, habrá sanciones.

2. Revisión de teléfono. Entre estas normas debe estar la revisión de la actividad que el niño realiza. Debe aceptar que los padres puedan ver de vez en cuando el uso que hace con su móvil.

3. Filtros parentales. El niño debe aceptar que en navegadores y otras aplicaciones se instalen filtros pare evitar que acceda a contenido no recomendado para su edad.

4. En el colegio, no se usa el móvil. Puede que queramos que el niño lleve un Smartphone al colegio para estar localizable en caso de emergencia. Pero solo para ello, no para divertirse ni distraerse. En clase el móvil no debe usarse.

5. Cuidado con la información personal. El niño nunca debe facilitar información que pueda dar pistas de cómo localizarlo. En el caso de que estos datos sean necesarios para instalar una aplicación, debe consultarse a los padres para valorar la seguridad.

6. Cuidado con el teléfono. No sólo se debe velar por la integridad física del móvil, también hay que tener cuidado de no instalar aplicaciones de dudosa procedencia que puedan abrir la puerta del smartphone a otras personas.

7. El teléfono no es su vida. Hay que transmitirle al niño que su móvil es una herramienta, no un objeto a través del cual se pueda vivir. Se le debe inculcar la necesidad de relacionarse en persona y depender lo menos posible de este objeto.

8. Aprender de los errores. Es inevitable que el niño en alguna ocasión se exceda en el uso del móvil. Aprovecharemos estas situaciones para mejorar su educación.

9. Comunicación. Si alguien empieza a molestar a un niño a través de su móvil, este debe saber que lo primero que debe hacer es poner en conocimiento de los padres esta situación.

10. No emplearlo para acoso. Puede que el niño vea gracioso gastar una broma a un amigo a través de su smartphone. Hay que hacerle ver que al igual que a él puede molestarle recibir estas gracias, a la otra persona también.

Damián Montero

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