La vuelta al cole ya es un hecho. Estudiantes de todos los puntos del país se sientan en sus pupitres para afrontar un nuevo curso escolar donde el éxito en las metas propuestas es el objetivo. Para esta finalidad nada mejor que la motivación diaria, dar a los hijos un por qué y razones para que sientan que deben luchar hasta el último día de curso para llevarse el gato al agua.
Entendiendo el éxito escolar como la consecución de los objetivos marcados a principios de curso y el medio para conseguir otras metas que fomenten la realización personal y potencien la autonomía, hay que tener en cuenta que el ambiente en donde se desarrolla el estudiante tiene una gran influencia.
Motivación en casa
Desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado, CEAPA, se recuerda la importancia de la motivación para conseguir éxito en cualquier campo. Por supuesto, conquistar las metas propuestas en el estudio no es una excepción. Conseguir que los hijos entiendan la necesidad de alcanzar las metas y las recompensas que esto conlleva es un gran primer paso para el inicio del curso.
CEAPA define la motivación como el «conjunto de variables intermedias que activan y mueven la conducta y la orientan en un sentido determinado para la consecución de un objetivo». El objetivo de los padres debe ser el de despertar el interés de los hijos y hacerles entender la satisfacción que supone cumplir con sus tareas.
Hay que saber separar la motivación de la conquista de recompensas externas. La misma consecución de estas metas, en este caso el éxito escolar, ha de bastar para que el niño se sienta bien. Son muchas las consecuencias positivas aparejadas de este hecho (buenas notas). Una mejor perspectiva de futuro laboral, ver que se es capaz de conseguir lo que se proponga, una mejor visión de uno mismo, etc.
Estas son algunas claves que participan en la construcción de la motivación:
– Las expectativas que los padres tengan sobre ellos, es decir, si nuestras expectativas son positivas y ajustadas a sus capacidades.
– Autoestima y autoconcepto positivo de sí mismos.
– Atención y refuerzo social.
– Conciencia de que sus logros personales a su propia pertenecen a su propio trabajo y no a factores externos.
Fomentar la motivación
Una vez entendido el funcionamiento de la motivación y su importancia dentro del éxito académico, hay que aprender a fomentarla dentro del hogar. Estos son algunos de los consejos que se ofrecen desde CEAPA:
– Mostrar una actitud positiva hacia el centro educativo y los deberes de los hijos. Si los padres indican rechazo hacia estas obligaciones, los niños harán lo propio.
– Ser su ejemplo. Los padres deben ser los primeros que luchen por sus metas particulares y que esta recompensa es suficiente para luchar por las futuras.
– Expectativas adecuadas a sus capacidades, con afán de superación. Las expectativas excesivas generan frustración y desesperación, falta de confianza, sentimiento de impotencia. Y las expectativas bajas, incapacidad, desconfianza, desánimo, falta de mantenimiento del esfuerzo.
– Reforzar sus logros y, en especial, su esfuerzo al realizar una tarea, aunque no hayan conseguido el objetivo propuesto.
Damián Montero
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