¿Cómo aprende una persona? ¿Cuáles son los procesos que llevan a un niño a interiorizar un contenido? ¿Lo hacen todos de la misma forma, por qué mi hijo no obtiene los mismos resultados que otro menor si dedica los mismos esfuerzos? Estas son algunas preguntas que pueden realizarse los padres que tienen pequeños en edad escolar y dedican horas y horas a obtener fines escolares.
Pues, aunque a priori parezca que no guardan relación, el año de nacimiento afecta al modo en el que aprenden los niños. Así lo asegura uno de los últimos informes publicados por la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña, una conclusión alcanzada los datos del sistema público de esta comunidad autónoma y en donde se han apreciado el aumento de los trastornos en según qué meses.
Más inmaduros que el resto
Según el análisis de los datos recogidos del sistema educativo catalán, los nacidos en diciembre son los niños que mayor número de trastornos del aprendizaje presentan. En concreto, este grupo de niños mostraron un 33,7% más que los nacidos en enero. ¿Quiere decir esto que venir al mundo en esta época del año resta capacidades intelectuales? Nada más lejos de la realidad.
Las conclusiones de este estudio apuntan a un desajuste en el desarrollo de los niños. Hay que tener en cuenta que a edades tempranas, los pequeños aumentan sus habilidades en poco tiempo y un nacido en diciembre y otro en enero presentan distintos grados de madurez. De esta forma, los primeros no cuentan con las mismas «herramientas» que los segundos.
El problema, tal y como indican algunos profesionales, es el estigma que se genera en el niño. Aunque pasado el tiempo ya cuente con el mismo grado de madurez que sus compañeros, el verse como un alumno válidos que el resto puede lastrar su autoestima, afectando a su rendimiento escolar. Por este motivo recomiendan a los padres prestar atención al estado de sus hijos.
Algo que según los responsables de este estudio ya se ha conseguido puesto que se ha incrementado la sensibilización hacia los trastornos del aprendizaje y al desarrollo de los más pequeños. Por este motivo se han implementado medidas estandarizadas para detectar problemas reales y aplicar técnicas eficaces.
Cómo ayudar desde casa
Como ya se ha dicho, nacer en un mes diferente no quiere decir que exista ningún problema real, pero a la larga pueden aparecer algunos trastornos derivados de la autoestima. Por ello el apoyo a los más pequeños, por parte de los padres, debe ser real. Con este fin, lo profesionales de la Fundación Nemours
1.- Asistir a las reuniones entre padres y escuela. De esta forma se conocerá de cerca el rendimiento de los más pequeños y se podrán poner en marcha distintas iniciativas para paliar la situación.
2.- Estar al tanto del calendario escolar para incentivar a los estudiantes a trabajar en las épocas que mayor demanda requieran en este sentido.
3.-Crear un entorno propicio para el estudio.
4.-Involucarse. Los padres no deben ser ajenos a la vida escolar de los hijos. Si bien no se recomienda tomar un papel activo, sí que deben servir de apoyo y mostrar interés por la misma.
Damián Montero
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