Resulta poco realista esperar que los más jóvenes se relacionen y crezcan igual que sus padres o abuelos sin aprovechar al máximo los recursos que ofrecen las nuevas tecnologías y más concretamente el móvil. Los padres tenemos que estar dispuestos a prepararlos para ese encuentro con el contenido que ofrecen. A fin de cuentas, la tarea de educar de los padres es la que no ha cambiado.
Actualmente, los niños, adolescentes y jóvenes viven pegados a su móvil. El smartphone ocupa una parte importantísima de sus vidas. Los padres sabemos que debemos educarles para evitar las pérdidas de tiempo y el abuso del móvil, pero más que escondernos detrás de términos confusos, como el de la tecnoadicción, lo que podemos hacer es educar a los hijos en el uso de la tecnología.
En este sentido, uno de los principales cometidos de los padres es dirigirles y orientarles en cuanto a contenidos de aprendizaje y entretenimiento. Los padres debemos ser los primeros en obtener esa información y ser exigentes y críticos con las apps que utilizan nuestros hijos.
Las mejores apps infantiles para smartphones por edades
Para no perdernos, ahora queremos ponértelo más fácil y hemos realizado una recomendación de las mejores apps infantiles para móviles y tablets por edades.
De 0 a 4 años. La atracción tecnológica
Hay que saber que los niños y niñas sienten gran atracción por la tecnología desde su primera infancia: colores, audios, vídeos y, en general, aplicaciones lúdicas despiertan en ellos gran curiosidad. La tecnología es seductiva casi desde el primer encuentro con ella: nos gusta y está pensada para que nos guste. Además, su diseño resulta tremendamente intuitivo, pues la idea es que el autoaprendizaje se dé casi sin ninguna dificultad.
Aprovechemos eso con nuestros hijos. Si el mensaje que queremos que les entre en la cabeza les llega mejor por este canal, ¿por qué no utilizarlo? Si tenemos pensado un tiempo para el entretenimiento con juguetes, podemos añadir allí la ventaja tecnológica. En Internet existen miles de aplicaciones y programas en YouTube Kids para aprender. Quizás nunca sustituirán al ‘profe’, pero sí pueden ser un buen ejercicio.
Este es el tipo de uso que se le puede dar a la tecnología a esas edades. ¡Pero cuidado con la tableta-niñera! Es sorprendente lo fácil que podemos excusarnos y darle al niño la distracción para que nos deje hacer la cena en paz o atender a las visitas.
Qué aprovechar
– La predisposición de los más pequeños a los mensajes recibidos a través de los dispositivos móviles.
– Vídeos y aplicaciones para el desarrollo cognitive.
Apps que nos servirán
– Aprender Los Números
– Clan Rtve
– Peppa Pig Paintbox
– Youtube Kids
– Playkids
De 5 a 8 años. Observa, aprende, imita
Nuestros niños son como esponjas ávidas de estímulos y aprendizaje. En estas primeras etapas, los padres y educadores somos el mejor modelo para los hijos. Los pequeños han ido aprendiendo a desarrollarse en el mundo que les rodea imitando todo lo que hacemos. Primero miran y observan, después aprenden y, por último, imitan. Con la tecnología, aunque a veces no lo parezca, también ocurre.
Lo mejor del asunto es que en esta etapa aprenden mucho mediante el juego y les gusta jugar con nosotros, mostrarnos lo que saben hacer, lo que han descubierto, el vídeo que han visto o el nivel que han alcanzado en determinado juego. Por eso es recomendable reservar momentos para sentarse con ellos, practicar a su lado, iniciándolos en el manejo de las TIC, abordando cuestiones como el tipo de fotos, la privacidad, el respeto a los demás, etc.
Qué les gusta
– Aprender y enseñar a los mayores lo que han conseguido o saben hacer.
– Juegos, videos y aplicaciones educativas adaptadas a esta edad.
Apps para estas edades
– Gomins, una aplicación/videojuego que sirve como asistente para la evaluación y desarrollo de la inteligencia emocional.
– Animal Puzzle de Big Start Kids.
– La Biblia para Niños: A través de aventuras interactivas y bellas animaciones, los niños exploran las grandes historias de la Biblia.
– Lego City My City.
De 9 a 12 años. ¿Están preparados?
Aquí llegan los datos interesantes. Según las últimas estadísticas, la penetración del móvil en España en esta franja ha crecido casi tres puntos en el último año, y ha pasado de un 69,8% en 2016 y a 92,7% en el 2020. Se trata del tercer año consecutivo en el que crece el uso del smartphone entre menores.
Según muestran los números, los niños y adolescentes tienen hábitos nada prudentes cuando usan su primer dispositivo. El 52% de los chicos de 11 a 14 años reconoce que descarga aplicaciones sin el permiso de sus padres en su tableta o smartphone; el 30% no apaga nunca el móvil cuando se va a dormir; el 60% tampoco lo desconecta en clase y el 25% tiene siempre activada la geolocalización. Entre esos números están también nuestros hijos.
A estas edades comienzan los comportamientos de riesgo, también en la red, por diversas causas: la edad del pavo, presión grupal, la irreflexión propia del desarrollo neuronal… Por eso, los padres deben estar más atentos a estas edades, pero sin dar la impresión de ser policías.
Hay que saber cuándo la madurez de nuestros hijos les podrá permitir tener acceso a su propio dispositivo. E incluso entonces hay que tener reglas bien claras (el contrato que desarrolló Janell B. Hoffmann para su hijo Greg ya ha dado la vuelta al mundo y tiene puntos muy buenas). Como idea general, cuando un preadolescente de entre 9 y 12 años respeta las normas de convivencia, tiene hábitos saludables, sabe relacionarse y lleva un ritmo normal de adquisición de conocimientos, con una adecuada orientación por parte de los padres, puede tener un móvil.
Qué les gusta
– Juegos en los que interacciona con amigos.
– Estar conectado permanentemente con amigos.
Sus apps preferidas
– Spotify
– Musical.ly
– Snapchat
– Pokemon GO
– WhatsApp
– Instagram
– Youtube
De 13 a 15 años. Hay que seguir educando
Seamos realistas: durante este tramo de su adolescencia ya no tendremos nada práctico que enseñarle a nuestros hijos sobre el funcionamiento del teléfono. Además, al cumplir los 15, prácticamente el 94% de los jóvenes posee un dispositivo propio, lo que significa que habrá cortado definitivamente el cordón umbilical tecnológico.
En esta edad impactan comportamientos de riesgo como el ciberacoso o el sexting entre adolescentes, pero también es verdad -de esas verdades estadísticas- que gracias a la labor educativa durante los años previos, en general, también hacen un uso inteligente del teléfono y cada vez son más conscientes de los peligros y se preocupan de la repercusión de sus acciones online, ya no solo en el momento presente sino de cara a un futuro académico o laboral. Por ejemplo, el 45% de ellos se ha desinstalado aplicaciones cuando han visto que estaban accediendo a información personal contenida en su smartphone. Asimismo, el 71% afirma que se siente preocupado por el uso que las aplicaciones móviles pudieran hacer de sus datos. Aunque a veces no lo parezca, son conscientes de las consecuencias de un mal uso.
A pesar de ello, conviene saber que es la edad en que el móvil es básicamente una diversión/distracción de tiempos muertos o que por despiste se han matado. Es la edad de compartir fotos y vídeos, de jugar con las redes sociales -que casi siempre son una extensión de su vida offline- y donde la conectividad es total.
Qué es lo que hacen con el móvil
– Estar conectados permanentemente con el entorno a través de las redes sociales.
– Mantener conversaciones constantes con mensajería instantánea
– Consumir contenidos más que producirlos (a excepción de las fotos y vídeos que se hacen entre amigos).
Dónde pasan el tiempo
– Facebook
– Youtube
– Twitter
– Spotify
– Musical.ly
– Snapchat
– WhatsApp
– Instagram
– Tic Toc
De 16 a 18 años. Ya son adultos digitales
El control deja de tener sentido y conviene abandonar esta estrategia. Ahora se trata de entender que la independencia de los hijos es prácticamente total en el ámbito digital. El teléfono es suyo y solo suyo. Por tanto, todo lo que ocurre allí solo se nos abre si pedimos permiso y no pirateando contraseñas.
¿Qué es lo que hacen?
Vivir conectados: así de simple. Las redes sociales forman parte de su identidad, se comunican al instante a través de mensajes y emoticonos, la fuente número uno de consulta es Google y la realidad en general es digital: si no está en Internet no existe. No recuerdan que una vez el mundo vivió desconectado porque no se puede traer a la memoria aquello que no se ha percibido.
Para los melancólicos, paciencia. Para los optimistas, no dejes de conseguir que se apasionen por los grandes ideales. La tecnología cambia y nos cambia, pero el hombre sigue siendo el mismo. Seguro que te queda mucho por aportarles.
Qué les gusta hacer
– Estar presentes en las redes sociales
– Colgar y mirar fotos
– Juegos
– Conectividad total con amigos
– Consumir y generar contenidos
– Google como extensión de su conocimiento
– Apps como extensión de sus habilidades y recursos
App nuevas que utilizan
– Pinterest
– Blogger
– Linkedin
Sonsoles Melero. Fundación Desarrollo y Persona. Universidad Francisco de Vitoria
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