El respeto al medio ambiente, cuyo objetivo es preservara para futuras generaciones el buen estado del planeta, es fundamental. Como en otros múltiples aspectos, la clave está en la educación y enseñar ecología a los niños es esencial.
Si enseñamos a los niños a ser cuidadosos con el medio ambiente conseguiremos que la sociedad del futuro esté más concienciada con el cuidado del medio ambiente y se frene el maltrato cuyas consecuencias luego son muy difíciles de recuperar, ya que es posible acabar con un bosque o con un río en pocas horas y hacen falta muchos años para recuperarlos.
Introducir una asignatura de medio ambiente y ecología dentro del currículo escolar sería lo más adecuado para tratar esta asignatura pendiente en la sociedad actual. Si enseñamos ecología desde la edad infantil, convertiremos las prácticas sostenibles en hábitos.
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Ideas para inculcar el respeto por el medio ambiente
Los padres
1. Fomenta con tu ejemplo una mentalidad respetuosa con el medio ambiente. Cuanto más respeten su entorno mejor se comportarán a su vez con quienes les rodean.
2. Al cepillarse los dientes, por ejemplo, enseña a tus hijos a abrir el grifo solo cuando se vayan a enjuagar. El mero hecho de dejar correr el agua significa despilfarrar miles de litros de agua al cabo del año.
3. Acostumbra a tus hijos a ducharse en vez de bañarse. A medida que se van a haciendo mayores los baños ya no son necesarios y de este modo contribuyen a disminuir el consumo y ahorrar agua.
Los hijos
1. Haz partícipes a tus amigos de una salida al campo. Invítales de lleno a recoger todos aquellos elementos que consideremos que están degradando el medio ambiente. Con unos buenos guantes y un palo de madera se pueden hacer maravillas.
2. ¿Por qué no animamos a nuestros amigos a crear un club medioambiental? Si todos tenemos las mismas inquietudes podremos hacer mil actividades experimentos de carácter ecológico a la vez que pasamos un rato divertido todos juntos.
3. Busca revistas o libros adecuados para vuestra edad donde encontrar información para cuidar el entorno que os sirvan de orientación al respecto.
Los niños no comprenden conceptos tales como la degeneración de la capa de ozono o la desertización y sus efecto. Por ello, para «picar su curiosidad medioambiental» conviene echar mano de su entorno más próximo: el parque, sus juguetes, las latas que consumimos en casa… son elementos que ellos conocen, entienden y que nos ayudarán a introducirles en el reciclaje y la protección ambiental.
Irene Gutiérrez
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