La vuelta al cole no significa solo regresar a las aulas, también conlleva el reencuentro con los amigos, el retorno de responsabilidades como las tareas escolares y otras obligaciones académicas, los madrugones, etc. Sin embargo, también hacen acto de presencia otros viejo conocidos que amenazan la salud de los alumnos, un ejemplo es el excesivo peso de las mochilas escolares.
Y es que tal y como alerta el estudio elaborado por la alumna del Grado de Fisioterapia Rebeca González de Castro (CEU San Pablo), más del 80% de los niños llevan una carga excesiva en sus mochilas escolares. Una aviso que indica que en estos casos la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, OMS, de que los alumnos solo porten el 10% de su peso.
Una carga excesiva
Para el estudio se tomó una muestra conformada por un total de 102 estudiantes. De ellos, 43 fueron alumnas (42,15%) y 52 alumnos (51,96%). Las edades de estos participantes estaba comprendida los 6 y los 12 años, y todos estudiaban en 24 colegios de la Comunidad de Madrid.
Los resultados permitieron concluir que hasta un 47,6% de los estudiantes de entre 10 y 11 años llevaban mochilas demasiado pesadas. Entre los 7 y 8 años, este porcentaje bajaba hasta el 35%. Todos ellos cargaban pesos de más del 15% de su peso corporal. De media, este grupo de alumnos llevaba un 13,23% de su masa, si bien no ha habido ninguno que superase el 30%, dejando muy atrás el 10% recomendado por la OMS
Eso sí, 6 de ellos, que suponen un 5,88% del total, cargaban más del 20% de su peso corporal. La consecuencia más lógica es la fatiga muscular, lo que hace que los alumnos caminen más lento. Además, si llevan una vida sedentaria o practican poco deporte, tendrán más posibilidades de sufrir problemas de espalda. El dolor de cuello y hombros es el síntoma más habitual que señala la necesidad de reducir el peso de la mochila.
Prevenir estos problemas
El primer paso, tal y como indican desde el Hospital Sant Joan de Déu, es elegir bien la mochila de los niños. Este material debe contar con las siguientes características:
– Compartimento trasero acolchado y con cinta de sujeción para material pesado.
– Tirantes anchos, acolchados y regulables con forma ergonómica.
– Correas para ajustar a la cintura y al pecho.
– Base rígida inclinada y protegida para asegurar el correcto reparto del peso.
– Espalda acolchada.
Del mismo modo, estos son otros consejos para prevenir el dolor de espalda derivado de las mochilas escoalres:
– Hay que usar siempre las dos asas. Llevar la mochila sobre un solo hombro puede tensar sus músculos en exceso y dañar su columna vertebral en desarrollo.
– Las asas deben estrecharse lo máximo posible. La mochila debe apoyarse en la zona lumbar, y debe quedar a unos cinco centímetros por encima de la cintura.
– No hay que llevar demasiada carga. La mochila debe pesar menos del 10% del peso del niño y nunca sobrepasar el 15%.
– Se debe usar el compartimiento más adecuado para cada objeto. Lo más grande y pesado tiene que ir en el compartimiento trasero cerca de la espalda.
– Es importante usar la taquilla, el casillero o el cajón del pupitre. El niño debe evitar transportar los libros arriba y abajo en su mochila durante toda la jornada escolar.
– Hay que tener cuidado al agacharse con la mochila en la espalda. La mejor manera es flexionando las dos rodillas.
Damián Montero
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