Autora de 8 libros sobre crecimiento personal, capital humano, liderazgo, motivación… María Graciani se ha sumergido en el mundo de la literatura infantil con su obra Komache (Ed. Babibi-bú), que narra las aventuras de Komache, mitad koala, mitad mapache, y sus amigos, la tortuga Tibel y pato Cuaqui.
La autora sevillana, más conocida como «la niña prodigio del management», es premio Elocuent a la mejor joven comunicadora de España 2013, #TEDxSpeaker y Premio «Iniciativa Literaria» de la Fundación Morena&Vallejo por su libro «Motivulario». Energía, ilusión, ingenio, originalidad y pasión son sus señas de identidad.
El poder de una buena historia infantil
¿Qué te hizo dedicarte al mundo de la literatura infantil y juvenil?
Escribir para los niños está siendo una experiencia divertidísima, sorprendente, enriquecedora y, en cierto modo, ¡personalmente renacentista! en tanto en cuanto me ha hecho reconectar con los orígenes de mi ilusión por la palabra escrita… Mi pasión por escribir arrancó precisamente siendo una niña. Yo tendría unos 11 años cuando D. Manuel, mi profesor de 5º de primaria, me dio la alegría de poder escribir el teatro de fin de curso, ¡a partir de ese momento ya le decía a todo el mundo que sería escritora! Dos años después, gané el Certamen Literario de mi colegio (el Colegio Claret de Sevilla) y desde entonces, mi afán por escribir no paró de crecer, también me ayudó mucho que mis padres y profesores me animaran poniendo libros a mi alcance. He publicado 8 libros para el público adulto (sobre motivación, liderazgo, valores humanos, marca personal, felicidad) y en abril de 2021 salió a la luz Komache (Ed. BABIDI-BÚ) como resultado de todo lo que sentí con las videollamadas que había tenido con mis sobrinas, Sofía y Noelia (de 9 y 4 años de edad, respectivamente) durante el confinamiento. También tengo que decir que el nacimiento de Komache responde a cierta inquietud interior, algo que me hacía ilusión hacer desde hace tiempo… Siempre he tenido una especie de «conexión instantánea» con los niños y tenía muuuchas ganas de escribir para ellos.
¿Qué necesita en este momento la literatura infantil para recibir un nuevo impulso?
La literatura infantil tiene una doble misión: llegar a la mente y al corazón de cada joven lector. Para ello, se hacen necesarias historias repletas de valores humanos, historias que enseñen desde la emoción, historias divertidas y constructivas, historias que griten: «¡al abordaje!» y te hagan entrar con ganas en el barco del aprendizaje… ¡Historias que te den ganas de meterte dentro de la obra! porque te hacen conectar con los personajes de tal forma que piensas: «¡aquí, nada sobra!». Para conseguir todo esto, se hacen indispensables autores comprometidos con sus historias, con los valores que representan y con sus lectores; autores apasionados, convencidos y entregados a la maravillosa oportunidad que se les brinda… ¡nada más y nada menos que ser referente de los futuros constructores del presente! Por supuesto que la imaginación va a ser siempre una gran aliada pero para que su aporte no quede en nada, creo que todo autor de literatura infantil hará bien en compartir parte de su tiempo con niños, jugar con ellos, escucharlos cuando te cuentan sus propias historias (¡tienen mucho que decir!), contarles tú a ellos alguna tuya (¡alucinarás con sus ocurrencias!). Para lograr la necesaria transmisión de valores a partir de la identificación es clave ese tiempo compartido.
Tu estilo es original y no falta el humor, la diversión, la energía y valores como la humildad de las personas, ¿cómo se fraguó todo esto?
Las ideas de mis libros surgen de un mix de experiencia vital + imaginación. Por ejemplo, en el caso de Komache ¡surgió de una pequeña broma! Una tarde me encontraba mirando Instagram, buscando algo simpático que enviarle a mi chico, Alonso. Encontré un dibujo muy simpático de un mapache con un letrero que ponía: «Mapachionas», en plan «me gustas, me apasionas», se lo envié y a partir de entonces empecé a decirle «Mapache» y como él ya me llamaba «Koala» pues de Koala + Mapache… ¡surgió Komache!
¿Por qué son tan importantes las ilustraciones en la narrativa infantil? ¿Cómo seducen las imágenes a los niños? ¿Un libro infantil se debería leer con las ilustraciones?
Los niños son muuuuy visuales. Una buena ilustración tiene el poder de poner en marcha la «historia interior» que se empieza a fraguar en la mente del niño a partir de lo que está plasmado en las páginas de la obra. La buena ilustración seduce en tanto que contribuye a dar forma tangible a la historia, te hace ponerle cara a los personajes y eso facilita la identificación con la narración. Las ilustraciones del libro sirven de guía.
Las ilustraciones de calidad tienen la capacidad de transmitirte la esencia de la historia sin que hayas leído una sola línea: con solo verlas, sabes por donde vas.
¿Cuáles son los valores más importantes que quiere transmitir a los niños en sus libros a través de sus personajes?
En el caso de Komache, me he centrado en transmitir lo importante y divertido que es tener personalidad, subrayando el aporte de la autenticidad, la amistad y la bondad como cualidades certeras para llegar a tus metas; la necesidad de la empatía (ese saber ponerse en el lugar del compañero para acabar con aquello del «yo primero» y que la relación de amistad dure muchos años); un sentido profundo del equipo y de la solidaridad como maneras de ayudar a mejorar (tanto a ti mismo como a los demás) y el valor del perdón como nutriente básico del corazón.
¿Cómo se puede enseñar valores a los niños a través de la literatura infantil?
Para poder transmitir valores a los niños a través de las historias que plasmamos en los libros son imprescindibles dos cosas: en primer lugar, valorar a los niños: comprenderlos, escucharlos, preguntarles por sus inquietudes, jugar con ellos, quererlos… Cuando compartes tiempo con ellos es cuando aprendes de verdad a valorarlos y para transmitir valores, es «conditio sine qua non» saber valorar. Y en segundo lugar, experimentar por ti mismo los valores que deseas transmitir, pues no resulta muy creíble una historia llena de valores que te resulten ajenos. Además de estos «dos imprescindibles» es muy útil recordar la misión de la literatura infantil: llegar a la mente y al corazón, para ello, diversión y aprendizaje tienen que ser nuestros compañeros de viaje.
¿Qué etapas y edades de lectores debemos distinguir para elegir un buen libro de literatura infantil para nuestros hijos?
He de admitir que cuando era niña no tenía demasiado en cuenta la recomendación de las edades, yo miraba la portada, el título, el resumen y, si me transmitía algo, me lo leía. Por ejemplo, con Komache me llevé una agradable sorpresa porque estaba recomendado para niños a partir de 10 años y realmente sus mayores fans son los niños de 6 a 9 años.
Yo recomendaría que los padres siempre participasen activamente en la elección de los libros que van a leer sus hijos…
…no sólo a la hora de adquirirlos en la tienda, sino a posteriori haciendo comentarios juntos, preguntándole por su parte favorita del libro, etc.
¿Qué necesitan los niños para adquirir el hábito lector ante la avalancha de las nuevas tecnologías?
El maestro del hábito es el ejemplo diario. Si los niños ven que en su casa hay libros, que sus padres disfrutan leyéndolos, que los ponen a su alcance, que se interesan por sus lecturas… Entonces esos niños querrán ser buenos lectores. Recordemos que los «Influercers» primitivos son los padres.
¿Qué opinión te merecen los libros digitales para los niños?
Mi padre era bibliófilo y ¡me transmitió su pasión! Para mi, nunca va a tener ni punto de comparación la experiencia de tener un libro entre tus manos, olerlo, sentir la textura de las páginas entre tus dedos… con lo que se pueda «sentir» leyendo en una tablet, creo que es una experiencia más artificial. Es innegable la practicidad de los libros digitales, no ocupan espacio, no pesan… Esto me ha hecho pensar en la comida de los astronautas, ¡en serio! ¿crees que a ellos les sabrá igual un buen plato de su comida favorita que los sucedáneos en bolsa que le dan en la nave espacial? seguro que te dirán que prefieren 1.000 veces tener un buen plato de su comida favorita por delante: olerla, saborearla, tocarla… Yo digo lo mismo que los astronautas, aunque reconozco la practicidad del sucedáneo.
¿Crees que leer en una tablet o en un ebook podría ayudar a despertar el hábito lector en los niños?
¡El poder de una buena historia es tan alucinante que incluso consigue que quieras leerla desde una tablet! El despertar del hábito lector es algo tan positivo que, ya sea en tablet o en digital, ¡leer es genial! Los que nos hemos criado entre libros físicos sentimos la tablet como una forastera, pero, repito, en cualquier formato y en cualquier lugar, lo importante es disfrutar de la lectura.
Marisol Nuevo Espín
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