La infancia es sinónimo de energía. Tan solo hay que fijarse en un niño en edad preescolar para ver cómo disfruta corriendo y jugando con otros amigos. Sin embargo, como toda capacidad, si no se incentiva termina por agotarse. Además, hay que tener en cuenta que estamos en una época en donde las nuevas tecnologías han propiciado un estilo de vida más sedentario.
Por ello, es misión de los padres incentivar comportamientos más activos para que se mantengan en forma. Esto pasa por ayudarles a desarrollar sus habilidades motoras mientras crecen: saltando, corriendo, atrapando balones en el aire, o manteniéndose sobre un pie. Hay que ayudarlos a descubrir todo lo que está a su alcance para pasarlo bien, a par que hacen ejercicio.
Cómo desarrollar nuevas habilidades en niños
Un simple paseo puede bastar para que los niños empiecen a desarrollar un estilo de vida más activo. Estas son unas simples ideas con las que ayudar a alcanzar este fin que brindan desde la Fundación Nemours:
– Convertir el paseo en una búsqueda del tesoro, proponiendo a los hijos encontrar objetos como una puerta roja, un gato, o una forma en particular.
– Cantar canciones o recitar poemas durante el paseo.
– Combinar el paseo con saltos, o breves carreras, saltos o caminar hacia atrás.
– Convertir el paseo familiar en una experiencia matemática, enfatizando el uso de los números.
Estas son otras recomendaciones para incentivar la actividad física en niños durante su etapa preescolar:
– Estar activo durante todo el día.
– Moverse e implicarse en el juego activo y al aire libre en actividades físicas.
– Practicar actividades como el salto o dar volteretas para fortalecer huesos.
Consejos para que los hijos se mantengan activos
Los niños en edad preescolar practican una gran cantidad de actividades físicas relacionadas con el ejercicio. Incluso cuando están en casa pueden realizar diversas opciones con las que mantenerse en forma:
– Jugar a pasarse la pelota de mano en mano.
– Usar aviones de papel para lanzarlos y tratar cogerlos en el aire.
– Mantener el equilibrio con un pequeño saquito en la cabeza y cruzar pasillos intentando que no se caiga.
– Bailar y cuando se escuche una señal, quedarse congelados en la postura que corresponda.
– Jugar a la carretilla, sosteniendo las piernas de los hijos mientras se desplaza apoyando las manos.
Damián Montero
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