Los dispositivos electrónicos no son juguetes y no deben ser considerados como tales, porque «aparcan» al niño, lo dejan embelesado y son muchos los expertos que advierten que antes de los 2 años nada de pantallas.
El juego es esencial para los niños, es tan necesario que está recogido en la Declaración de los Derechos del Niño, aprobada por la ONU en 1959. Jugar no es solo una actividad de entretenimiento, es también una forma de aprender. El juego es esencial para del desarrollo integral de los niños y les prepara para la vida.
Recuperar el juego tradicional es lo más conveniente para los niños, ya que los videojuegos y aplicaciones, aunque estén pensadas para los niños, contienen imágenes, sonidos y movimientos que buscan captar su atención y les alejan del mundo real que les rodea.
Lo último que necesitan los niños es «ser aparcados» con pantallas que les entretengan. Lo que más necesitan es la interacción humana, es decir, jugar con ellos y favorecerles un entorno que les permita explorar por sí mismos.
Además, tenemos que dejar que se aburran. No podemos, ni debemos programar al minuto la vida de nuestros hijos porque permitiendo que se aburran desarrollarán su imaginación.
Los juguetes más adecuados para reemplazar a las pantallas
Por edades
– De 0 a 9 meses. Móviles de cuna con música, sonajeros, mordedores y manta de actividades.
– De 9 a 24 meses. Juguetes sonores, juguetes para la bañera, cubos para encajar, cubos y palas para la arena…
– A los 2 años. Triciclos, carretillas de arrastre, instrumentos musicales, puzles de pocas piezas, pelotas, libros con imágenes…
– A los 3 años. Vehículos como trenes, camiones, coches… triciclos y bicicletas, construcciones, sombreros y disfraces, libros para colorear y pegar, pelotas y balones, libros con imágenes…
– De 4 a 6 años. Juguetes para estimular el lenguaje, la memoria y la capacidad de concentración como juegos de mesa, memos, puzles, juguetes con cuentos… además de los juegos de construcción, de juguetes para disfrutar al aire libre, de los disfraces y máscaras, de los juguetes de arrastre y los instrumentos musicales.
– De 7 a 9 años. Peluches, libros de misterio, complementos deportivos, juegos de preguntas y respuestas, experimentos científicos, disfraces y complementos, instrumentos musicales, muñecas, juegos de mesa, construcciones, maquetas, futbolines, billares, trenes, pistas de coches y cartas.
– De 9 a 11 años. Maquetas, juegos de estrategia y de reflexión como el ajedrez, juegos de experimentos, equipación deportiva.
Marisol Nuevo Espín
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