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Juegos inteligentes para un verano con niños

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«Mamá, me aburro». Es la frase del verano y a los padres nos saca de quicio. Sin embargo, el aburrimiento puede ser una oportunidad para rentabilizar la creatividad de nuestros hijos y, al mismo tiempo, fomentar su desarrollo cognitivo invitándoles a jugar a juegos inteligentes, una actividad práctica y productiva que puede ser la sensación del verano de los niños.

Un amplio número de estudios realizados en una larga lista de países, así como la Asociación Americana de Pediatría, apoyan la importancia de los recreos en la educación, especialmente en niños de 6 a 12 años. Este tiempo para despejar la mente hace que los niveles de atención incrementen en las siguientes clases, aumente el nivel de comunicación así como la habilidad de resolución de problemas en los alumnos.

Mamá, me aburro

Con el verano a la vuelta de la esquina, el tiempo libre se asemejará más a este tiempo de juego que al de la estructura académica de las clases. Solo hay una marcada diferencia: la falta de otros niños de edad igual con los que interaccionar.

Esta situación, muchas veces, provoca la escena de un niño aburrido buscando consejos entre los adultos sobre qué hacer con su tiempo. Estar aburrido es un estado temporal caracterizado por la falta de estimulación y el sentimiento desagradable que le acompaña. En la mayoría de los casos cuando un niño se aburre está también motivado a buscar algo estimulante con que entretenerse. 

Es muy común a día de hoy que los niños encuentren una forma de ocupar su tiempo en la tecnología: ver una película mientras están en el coche, cenar con la televisión puesta aunque en realidad no estén prestando atención, perder horas en el ordenador haciendo nada, jugar con el móvil, tener conversaciones de poco contenido por mensajitos o cambiar canales de forma pasiva frente a la pantalla. Estas situaciones representan una gran oportunidad para que nuestro hijo muestre un poco de creatividad, profundice su capacidad de resolución de problemas y desarrolle habilidades motivacionales.

Como padres, influimos en el nivel de motivación que tienen nuestros hijos. Un niño motivado es aquel que busca nuevas experiencias, no aquel que no se aburre. El antídoto al aburrimiento es proporcionar a nuestros hijos un ambiente donde puedan experimentar su capacidad de ser autónomos, donde tengan el control de lo que van a realizar, algo que sea un reto y conlleve motivación intrínseca.

Alternativas comunes al aburrimiento de los niños en verano

Juegos inteligentes, alternativas al aburrimiento

De hecho, cada vez se ven más campamentos de verano que tienen periodos de juego libre sin una estructura programada para que los niños aprendan a dirigir sus propias actividades. Puede ser interesante hacer el experimento este verano de tener una rutina donde no haya actividades programadas pero tampoco se pueda hacer uso pasivo, es decir, solo para ver, de la televisión, videojuegos, tabletas, ordenadores o móviles. Muchos niños escriben cuentos maravillosos en el ordenador o crean vídeos muy entretenidos con el uso de una tableta o un móvil, pero esto todo conlleva el uso de tecnología como artista creador y no como usuario pasivo.

Podemos empezar dándoles ideas como retarles a conseguir el siguiente video viral en Internet, escribir el siguiente hit literario mundial, diseñar los regalos que quieren para un futuro. Siempre será positivo animarlos a disfrutar del aire libre y limitar que entren en dos horas. Si bien la respuesta inmediata no va a ser de emoción y agradecimiento, es probable que de estos periodos surjan momentos de automotivación y reflexión personal.

Los niños introvertidos llenarán fácilmente estos ratos con actividades, muy posiblemente con la ayuda de un buen libro. Por otra parte, los niños extrovertidos encontrarán estos momentos cada vez más interesantes cuando consigan llenar ese espacio con algo con que impresionar a otros luego. Por ejemplo, tratarán de perfeccionar una canción que cantar luego a sus amigos y familiares, cocinar algún plato que compartir con otros, o crear cosas que otros puedan disfrutar con él.

Un poco de aburrimiento puede ser justo lo que necesitan los niños

Hay que saber que la oportunidad para ser creativos no es algo que los niños eligen por sí mismos. Es de la sensación medianamente desagradable de estar aburridos de donde nace la creatividad y experimentación. Si bien el verano se puede llenar de varias actividades de ocio está bien saber que un poco de aburrimiento puede ser exactamente lo que nuestros niños necesitan para que sea un verano fructífero.

Está claro que hará falta también actividades que involucren juegos divertidos que promueven el desarrollo cognitivo e inteligencia. Compaginar juego con diversión es una manera ideal de hacer uso del tiempo libre que ofrece el verano.

¿Cómo se diferencian la atención sostenida requerida para leer un buen libro de la necesaria para jugar al ajedrez? ¿Cómo se diferencian el uso de concentración y enfoque que necesita un juego de mesa del que hace falta para pasar de nivel en un videojuego difícil? La verdad es que hasta cierto grado todas estas actividades son una forma de juego inteligente. El cerebro es el único órgano del cuerpo humano que cambia a diario según las vivencias que experimenta. Al realizar actividades que requieren hacer un uso voluntario de nuestra memoria, de nuestra atención, y superar retos, mejoramos estas capacidades.

Así, si bien varias actividades estimulan la cognición, hay unas que son más efectivas que otras. Pero, ¿cómo podemos determinar qué ejercicios mentales muestran el diseño correcto para ser efectivos?

Imprescindible en los juegos inteligentes

1. Diferentes niveles. Los ejercicios cognitivos son más efectivos cuando incluyen retos de niveles altos y bajos ya que los ejercicios de bajo nivel nos ayudan a mejorar nuestra percepción. Para solucionar problemas de mayor dificultad hace falta percibir los detalles con claridad.
2. Adaptabilidad. Los ejercicios deben incrementar y decrecer en dificultad en función de la ejecución adaptándose así al nivel de habilidad que se tiene.
3. Práctica. Estas actividades deben practicarse con constancia.
4. Que llame la atención. Para maximizar los cambios de plasticidad en la corteza, la actividad debe realizarse con atención sostenida cada vez que se lleva a cabo. Para esto es mejor si se hace en intervalos de no más de 15-20 minutos.
5. Recompensas en el momento oportuno. Las actividades que proporcionan mayor desarrollo cognitivo son aquellas que se recompensan después de hacer bien algunas individuales y no al final de un bloque.

Los mejores juegos inteligentes

Los mejores juegos inteligentes son aquellos que involucran nuevos lenguajes, lectura, memoria y atención. Algunos ejemplos son: crucigramas, rompecabezas, juegos de ordenador con contenido académico, sudoku, Tetris, juegos de consola como Brain Age o aprender a tocar instrumentos musicales, entre otros. Juegos de mesa como el Carcassonne, Catan, Mancala, Risk y Scrabble, la construcción de objetos 3D ya sea con ayuda de kits y Legos o de objetos caseros, son otros juegos inteligentes de gran beneficio.

Por último hay diferentes aplicaciones de juegos de aprendizaje que promueven el desarrollo cognitivo atencional, mnémico e intelectual en niños de 6 a 12 años como: Where’s My Water?, Brain Trainer, Logic Master, Tangram, y 1000 aventuras.

Maite Balda Aspiazu. Psicóloga y máster en Neurociencias Cognitivas

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