Se acerca la Navidad y eso significa que los más pequeños empezarán a escribir las cartas a sus mágicas majestades para pedir los reglaos de esta noche tan especial. Sin embargo, en ocasiones, estas misivas se vuelven más largas de lo que deberían ya que no contienen ilusiones, sino caprichos. Pareciera que piden todo lo que ven en televisión o ven en un catálogo.
¿Cómo pueden ayudar los padres a que los más pequeños entiendan la necesidad del juego y sepan distinguirlo del capricho? Es decir, aprender a divertirse con artículos que de verdad quieran y no aquellos que terminarán abandonados, o que restarán atención de lo que de verdad importa. Estos son los consejos que brindan desde la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria.
¿Juego o juguetes?
El primer paso para aprender a diferenciar entre necesidad y capricho es saber que el fin último del juguete es asegurar el juego, es decir, una acción para divertirse y disfrutar. De hecho, en ocasiones, no es necesario siquiera este juguete para alcanzar esta finalidad ya que se pueden utilizar otras herramientas para ello, como por ejemplo la imaginación, o alguna actividad física.
De hecho, AEPap, recomienda a los padres un regalo muy especial esta Navidad: el tiempo para jugar con los hijos. Es decir, organizar los horarios para que de tiempo a realizar, con los niños, actividades cotidianas que abarquen desde la lectura de un cuento, hasta cocinar junto. En definitiva, garantizar momentos que se queden para el recuerdo con el paso de los años.
¿Qué juguetes pedir a los Reyes?
Se acerca la Navidad y los niños comenzarán a pedir todo aquello que desean en la carta a los Reyes Magos. ¿Qué consejos deben seguirse para que en esta misiva aparezcan cosas útiles y que no lleguen al nivel de capricho?
– Juguetes que provoquen el movimiento grueso, como triciclos, bicicletas, toboganes. Y el fino, como plastilina, mecanos, y juegos de construcción.
– Juguetes que fomenten la expresión e imaginación: pizarras, pinturas, instrumentos musicales, marionetas, disfraces.
– Juguetes que favorezcan el juego simbólico: muñecos, personajes (disfraces) o animales.
– Juegos de mesa sencillos, tipo puzzle.
– Cuentos y lectura compartida en voz alta.
Damián Montero
Te puede interesar:
– La ilusión de escribir la Carta a los Reyes Magos
– Aprender a portarse bien: trucos prácticos para situaciones comunes
– Educar con la carta a los Reyes Magos