La felicidad debe ser el estado habitual de los más pequeños de la casa. No solo por las agradables sensaciones que provoca en cualquier persona que se sienta así, sino por los múltiples beneficios que tiene tanto en el presente como en el futuro. Alcanzar este estado hace que la vida sea menos estresante, reduciéndose la ansiedad y pudieron afrontar el día a día sin nervios.
Ahora, un nuevo estudio realizado por la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, y publicado en la revista JAMA Pediatrics, se destaca la felicidad en la infancia como herramienta de prevención de problemas de salud mental en el futuro. Toda una llamada de atención a todos los padres de la actualidad que deben centrarse en que su hogar sea una fuente de la que mane este sentimiento.
Experiencias positivas en la infancia
Para analizar la influencia de las experiencias vividas en la infancia, se congregó a un total de 6.000 personas para que hablaran de los sentimientos que les generaba su familia. Cuestiones que se centraban en si se sentían respaldados en momentos difíciles, su grado de participación en los eventos de su hogar, su integración en el colegio o si otra persona sin parentesco había manifestado interés por su bienestar.
Por otro lado, en este cuestionario se incluyeron preguntas relacionadas con su salud mental y los investigadores se interesaron por la presencia de depresión o síntomas relacionados con este trastorno. Los responsables de este trabajo también quisieron saber con qué frecuencia estos integrantes habían buscado el apoyo social y emocional de otras personas.
Los resultados indicaron que aquellos que habían tenido entre seis y siete experiencias positivas en la infancia eran menores. Porcentaje que aumentaba hasta el 72% en el caso de aquellos con 14 situaciones positivas durante su juventud. Una especie de garantía de una mejor salud mental durante su vida adulta.
Consejos para la felicidad
La felicidad, como se ha podido ver, es un objetivo al que tienen que acceder todos los miembros de una familia. ¿Cómo conseguirla? Desde el Hospital de Sant Joan de Déu se brindan los siguientes consejos:
– Aprender de los errores o de los fracasos, perdonarlos y si es adecuarlo incluso celebrarlos. Desde pequeños los niños deben aceptar y afrontar las emociones negativas vinculadas a los errores, supone una excepcional actividad de aprendizaje, de esta forma se aprenderá a mejorar o corregir para evitar repetir dichas situaciones en un futuro.
– Valorar las cosas buenas por muy pequeñas que sean. Los padres deben enseñr a sus hijos a agradecer y reconocer los pequeños éxitos refuerza la autoestima de la persona, y además permite dar importancia a los elementos cotidianos.
– Hacer deporte. Son muchos los estudios que defienden que la práctica del deporte permite la liberación de endorfinas y que producen sensación placentera. Si además esa práctica del deporte es en grupo o en familia, seguro que aún repercutirá mucho más en la percepción positiva por parte del niño o del adolescente.
– Aprender a relativizar. En ocasiones los más pequeños pueden ofuscarse ante situaciones que no son importantes, no disfrutando o valorando las cosas que lo son. Enseñar a «poner en la balanza» lo importante de lo que no lo es, en el caso de los niños es tarea de las familias y de los educadores.
– Aprender, aprender y aprender. Adquirir conocimientos permite mejorar no solo la base de cultura general, sino también habilidades y actitudes ante la vida.
Damián Montero
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