Categorías:

Cómo hacer nuevos amigos: ideas para socializar por cambios de colegio o de ciudad

Tabla de contenidos

Un aspecto que suele ser motivo de preocupación entre los padres es el cambio de amigos alrededor de los 6 años. El traslado de guardería, colegio, casa o barrio suele conllevar la pérdida de las relaciones que el niño tenía con anterioridad.

Evidentemente, en estos casos la separación no es tan dolorosa ni traumática como podría llegar a ser en la adolescencia. Los niños pequeños son mucho más flexibles y moldeables en este sentido: si se encuentran a gusto en su nuevo entorno no echarán de menos el anterior. Siempre, eso sí, tras un breve periodo de adaptación que en la mayoría de los casos suele circunscribirse a los dos o tres meses.

Hacer nuevos amigos

Como ocurre con cualquier virtud, si deseamos fomentar la amistad en nuestros hijos tendremos que, en primer lugar, alabarle cada vez que realice un logro social por muy pequeño que éste sea. Además, tendremos que armarnos de paciencia. Su primeros pinitos no serán tan perfectos y maravillosos como nosotros esperábamos pero esto es algo completamente normal.

Después, tendremos que ofrecerle oportunidades concretas para relacionarse con otros chicos y chicas de su edad. Si bajamos al parque todas las tardes un ratito, por ejemplo, a fuerza de costumbre nuestro hijo comenzará a relacionarse con los demás niños que estén allí jugando.

Lo mismo ocurrirá si le apuntamos a un cursillo de natación en grupo o a cualquier otra actividad propia de su edad. Lo importante cuando se tienen cuatro o cinco años es ofrecerles la oportunidad (juegos en casa, deportes, entradas de compañeros de guardería en casa, excursiones…) después, todo lo demás, suele venir «casi» rodado.

6 consejos para ayudar a tus hijos a hacer nuevos amigos

1. Ampliar el círculo de amistades. A estas edades la mayoría de los amigos de nuestro hijo serán los que haya conocido en la guardería o en el parque. Si deseamos que amplíe su círculo de amistades podemos apuntarle a actividades deportivas o artísticas de grupo. Así conocerá a otros niños y niñas con sus mimos gustos y cualidades.

2. Discutir con los amigos. Cuando nuestro hijo discuta con sus amigos procuraremos actuar de una forma conciliadora. En estos casos es mejor dejar que resuelvan sus propios conflictos antes de reñir al hijo de otra persona. Además, conviene que no dramaticemos. Cuando se es así de pequeño estas actitudes son muy normales.

3. Evita que se haga casero. No permitamos que nuestro hijo se convierta en un niño excesivamente casero. Este aislamiento podría ser perjudicial para él el día de mañana. No solo le costaría mucho más entablar nuevas amistades sino también relacionarse con las personas que le rodeen.

4. Un empujoncito siempre viene bien. Hay niños que no son tan hábiles a la hora de hacer nuevos amigos como otros. Si nuestro hijo es así no le permitamos que se refugie en «nuestras faldas». Aunque nos cueste, quizá tengamos que ser nosotros los que le demos un pequeño empujoncito para que juegue o charlotee con otros niños.

5. Aprovecha sus hobbies y aficiones. Una buena forma de que nuestro hijo conozca a otros niños de su edad es aprovechando sus aficiones. En el caso de que le guste mucho montar en bici, por ejemplo, podemos organizar pequeñas escapadas en familia con amigos nuestros que tengan hijos en edades similares.

6. Invitaciones a casa. Las meriendas infantiles son una de las mejores excusas para hacer nuevos amigos. Invitemos a sus compañeros de juegos a casa. De este modo, entre chocolates y galletas de vainilla, conseguiremos que nuestro hijo se abra un poco más a los chicos y chicas de su misma edad.

El juego es un buen método para a educar a nuestros hijos en la amistad y el compañerismo. Por ello, debemos procurar dedicar todos los días un cierto tiempo al juego. Así conseguiremos que aprendan conceptos tan importantes como saber ganar, perder, guardar el turno, felicitar al vencedor o, simplemente, a tener paciencia. Cuántas más cosas aprendan jugando, mejor. Es casi seguro que de esta forma no se le olvidarán nunca.

¿Hermanos y amigos?

Un buen entorno para realizar los primeros pinitos en lo que a amistad se refiere es en la fraternidad. Si nuestro hijo tiene hermanos mayores con los que no se lleva muchos años (mejor si son uno o dos) podrá practicar con ellos aunque esto suponga que las peleas en casa sean algo habitual.

Para que surja esa relación de amistad entre hermanos tendremos que fomentar situaciones de trato personal entre los hermanos. Es decir, que tengan incontables oportunidades de hablar y conocerse. En este sentido, suele ayudar que colaboren entre sí en alguna afición común: hacer puzzles, montar juntos sus bloques de colores o colocar las nuevas vías de su trenecito, por ejemplo.

Marisol Nuevo Espín

Te puede interesar: 

 Educar en habilidades sociales: clave para tener éxito

– Así son sus primeros amigos: la amistad de 3 a 6 años

– La importancia de la amistad en la niñez

10 modelos de amistad entre niños

Otros artículos interesantes