Los hábitos y estilos de vida saludables del adulto, se asimilan y pasan a ser parte del estilo de cada persona, sobre todo como consecuencia de cómo han sido estos asimilados durante los primeros años de vida. Es decir, lo que aprendemos o tomamos como rutinas saludables o no en la infancia y adolescencia, se consolidan para bien o para mal hasta ser algo normal y habitual en la edad adulta.
De ahí la importancia de educar desde la prevención y orientar a los niños para que conozcan los pros y los contras de cada hábito que adquieran en su vida cotidiana fomentando el auto-criterio para evitar adicciones. «En definitiva, hay que mostrarles las herramientas adecuadas que les ayude a proteger y cuidar de su salud», explican desde Schoolnurses.
Para conseguir incorporar esos hábitos saludables a las rutinas diarias hay que ser constantes y pacientes para que así el proceso educativo se vaya asentando y pueda dar fruto. Muchos de los hábitos saludables comienzan siendo un juego de imitación de las conductas de las personas mayores, lo que supone un reto también para la enfermera escolar, que con sus talleres para madres y padres también quiere hacer llegar la Educación para la Salud a estos.
Promover hábitos saludables desde la infancia
Se ha demostrado que es más fácil promover la adquisición de hábitos alimentarios y estilos de vida saludables como el deporte o descanso apropiado (salud física y mental), o el respeto por la naturaleza o diversidad (salud medioambiental y social) si se hace durante la niñez que modificar los hábitos estructurados en la vida adulta.
Por ejemplo, en la prevención del sobrepeso y de la obesidad, es fundamental una correcta -Educación Alimentaria Nutricional-(EAN) en estas edades y de que sea uno de los pilares básicos, educación que debe ir acompañada de ejemplo en los hogares y facilitar alimentos sanos y variados en el colegio.
Es una evidencia que los hábitos que se adquieren en la infancia, perduran en la vida adulta, de ahí que, si un niño se desarrolla con sobrepeso, lo mas probable es que sea un adulto propenso a sobrepeso incluso si hace deporte de forma habitual.
El foco principal es crear unos hábitos saludables en todas las parcelas del día a día, no solo hay que comer bien o hacer deporte de forma frecuente, también es importante tener una buena higiene, lavarse las manos (hábito que evita hasta un 70 por ciento de los principales contagios habituales por contacto), sentarse correctamente para evitar los problemas de espalda que son tan habituales en adultos, beber suficiente agua y evitar bebidas azucaradas, comer fruta y verdura…
En los colegios, hábitos saludables también
Desde Schoolnurses apostamos por acompañar a los colegios, con la participación de toda la comunidad educativa, en hacer un plan promotor de la salud adaptado no solo a las edades y realidades de cada colegio, sino que permita involucrar a familiares y los propios alumnos. Lo importante no es sólo impartir talleres sobre alimentación saludable, hábitos higiénicos como el correcto cepillado de dientes, la prevención de adicciones, trastornos alimenticios o bullying; lo importante es que la Salud se convierta en una rama más de aprendizaje dentro de la escuela.
La familia por supuesto es fundamental, pero también lo es el entorno escolar y sociológico que rodea al menor para que quieran y puedan comportarse de forma saludable mediante el desarrollo de todas sus capacidades y a través de la reflexión, la creatividad, la motivación, el espíritu crítico, la autoestima y la autonomía, y que sea lo normal y lógico.
Claves para asimilar un estilo de vida saludable
Alimentación + deporte + descanso
Llevar una alimentación sana y equilibrada, la actividad diaria y un descanso suficiente, son clave para tener un estilo de vida saludable. Esto es importante en todas las etapas de la vida, en especial durante la fase de crecimiento. Y es que, para que los niños tengan un correcto desarrollo es fundamental que tengan un adecuado aporte de vitaminas, proteínas, carbohidratos y grasas, un buen descanso y mucha actividad física para su desarrollo correcto.
De 3 a 6 años
Se considera la etapa de formación y consolidación de los hábitos alimentarios. Por ello, los padres deben educar a los niños para que coman todos los grupos de alimentos y no solo sus comidas preferidas. En este rango de edad se requiere un buen aporte de energía, por lo que es necesario el consumo de proteínas y carbohidratos de buena calidad.
De 7 a 12 años
En esta etapa los niños se encuentran en la edad escolar, por lo que se enfrentan a un mayor esfuerzo intelectual, más actividad física y vida social. Para conseguir el aporte nutricional correcto para ellos es fundamental que comiencen el día con un buen desayuno. Es importante que consuman alimentos frescos y de calidad, evitando los fritos y procesados. Los más importantes y los que favorecen su crecimiento y desarrollo son las verduras, frutas, lácteos, pan, huevos, carnes, pescados grasos y magros, entre otros.
De 13 a 16 años
En la adolescencia es cuando se produce el conocido ‘estirón’ y los niños alcanzan su estatura definitiva. Por ello, en esta etapa la alimentación debe ofrecer las calorías suficientes, así como proteínas de alta calidad y mucho calcio. De esta manera el cuerpo contará con todos los recursos necesarios para formar los músculos y el esqueleto.
Después de los 16 años y hasta la edad adulta, la alimentación debe seguir siendo adecuada a los requerimientos de cada persona. Sin embargo, en estos casos se deben evaluar más a fondo otros aspectos como la actividad física de cada persona o las condiciones de salud.
Practicar alguna actividad física, beber más agua, descansar y dormir las horas adecuadas, estar menos conectados son hábitos fáciles de cumplir para tener una vida saludable en el día a día.
Tanto las familias como el entorno son fundamentales para que exista un equilibrio en la evolución y educación del menor, de nada sirve hablar sobre adicciones en el cole y que se suban a un coche lleno de humo, por ello es una tarea que debe tratarse y cuidarse de generación en generación y los colegios tienen la obligación moral y legal de fomentar y facilitar que la «asignatura» salud sea algo planificado y abordable.
RebeccaTurbi
Asesoramiento: Jesús Ruiz, CEO de Schoolnurses
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