Los smartphones se han convertido en un artículo muy demandado por adolescentes e incluso preadolescentes. Esto hace dudar a los padres, ¿debo comprarle uno? ¿Existe algún riesgo derivado del uso de smartphone para los más pequeños?, ¿se pueden prevenir estos peligros?
Smartphones: guía para antes de la compra
¿Hay un momento adecuado para aceptar la reiterada petición de nuestros hijos de que tengan su propio smartphone? Como en todos los terrenos de la educación, no hay recetas mágicas. Los padres debemos analizar con criterio todos los aspectos que entran en juego antes de comprar un smartphone a nuestros hijos:
– Necesidad del smartphone. Puede que en determinadas circunstancias sea necesario tener un primer teléfono móvil. Muchos padres se sienten más seguros si sus hijos se pueden comunicar con ellos, por ejemplo, porque recorren solos largas distancias para asistir a clase o practican algún deporte en horas tardías. Pero si no hay una necesidad real, debemos frenar el impulso del deseo tanto tiempo como sea posible.
– Todo el grupo lo tiene. El problema que se nos plantea como padres es que los smartphones son los nuevos sistemas de comunicación de nuestros hijos con su entorno. Tendremos que valorar en qué punto puede ser más perjudicial para ellos mantenerlos apartados de su grupo de iguales que evitar que accedan a las redes.
– Madurez personal. Uno de los indicadores que nos permitirá comprobar en qué momento nuestros hijos pueden disponer de un teléfono será el grado de madurez personal. Necesitamos asegurarnos de que han alcanzado esa madurez porque, una vez que tengan el dispositivo en la mano, ya no habrá forma de ponerle puertas al campo. De modo que tendremos que haberlos capacitado para el pensamiento crítico que les permita elegir lo bueno y desechar lo malo.
Para aquellos padres que tengan en mente regalar comprar uno de estos productos a sus hijos, Trend Micro ha elaborado una guía para que los progenitores estén al tanto de lo que deben saber sobre estos dispositivos.
Información personal en los smartphones
Uno de los riesgos de los smartphones es la información personal que puede facilitar el niño a través de estos dispositivos. Antes de concederle uno de estos productos, hay que estar al tanto de algunos asuntos como los siguientes:
– Información online que comparte. Hay que asegurarse de que comprende el riesgo de compartir a través de estos dispositivos información o contenido de índole personal como fotografías, direcciones, etc.
– Política de privacidad del dispositivo. Merece la pena leerse los términos y condiciones del dispositivo y del sistema operativo para conocer qué información es la que estos almacenan y comparten antes de consentir este acuerdo.
– Configurar la privacidad. Informarse sobre cómo proteger al máximo la privacidad del niño en su smartphone es de gran ayuda. Además también es importante revisar constantemente que estas técnicas se revisen continuamente si se están cumpliendo estas normas.
Localización y geolocalización: facilidad con el smartphone
Los padres también deben familiarizarse con los sistemas de localización GPS de los dispositivos móviles. En caso de ser hackeado el terminal, un desconocido puede conocer la ubicación exacta del menor, algo muy peligroso. Para evitar estos problemas se puede ajustar la exactitud con la que el móvil localiza a su usuario y evitar que quien irrumpe en el smartphone pueda saber fielmente donde se encuentra el usuario.
El peligro de la cámara del smartphone
Otro de los peligros que entrañan los dispositivos móviles es la cámara. Esta función puede permitir que desconocidos la activen remotamente y accedan a contenido visual del menor. Para ello hay que estar al tanto de varios asuntos al respecto. El primero de ello es valorar si realmente se necesita un dispositivo con esta opción, es decir si el niño que va a recibir el terminal realmente precisa de un modelo capaz de hacer fotografías o que simplemente permita la comunicación.
También conviene cambiar los ajustes del móvil para que este no inicie el modo cámara por decisión propia sino que esta deba ser ejecutada manualmente. Esta sólo debe ser usada a la hora de tomar una foto o grabar un vídeo y hay que asegurarse de que esta aplicación queda totalmente cerrada después de que sea empleada.
Los padres también deben hablar con sus hijos sobre las fotografías que usan y el riesgo de compartirlas con otras personas. Hay que recordar que sólo deberá compartir datos con personas de confianza y a las que conoce, incluso en estas ocasiones habrá que tener cuidado con lo que hace llegar a la otra persona y el grado de privacidad de este contenido.
Damián Montero
Te puede interesar:
– Cómo proteger a los hijos de los peligros de internet
– Casi un millón de jóvenes en riesgo de adicción a internet
– Niños y nuevas tecnologías: cómo aprovechar su potencial de aprendizaje